Por: Jesús -Belén- de la Cruz
Director
La Semana Santa es una conmemoración cristiana de amplia trascendencia internacional. Esta época, la fe cristiana llama tomarla como tiempo de reflexión, recogimiento, análisis y retiro espiritual, tomando en cuenta que esa fecha se define como una serie de acontecimientos importantes de nuestra humanidad que simboliza el nacimiento, la vida, la muerte y la resurrección de Jesús de Nazaret.
Esta fecha, además de la República Dominicana, se celebra con mucho arraigo en España, Italia, Israel, México y Estados Unidos. Comienza el Domingo de Ramos y termina el Domingo de Resurrección. Cada año se conmemora en fechas diferentes (entre marzo y abril), coincidiendo siempre con el calendario lunar.
En algunos lugares se inicia esta temporada con el “viernes dolores”, precedida por el tiempo de cuaresma. Es institucional para los cristianos celebrar la eucaristía el Jueves Santo. El viernes se celebra la crucifixión, mientras que de la noche del sábado al domingo se celebra la resurrección. Durante toda la semana se desarrollan las llamadas procesiones y se escenifica la Pasión de Cristo.
En nuestro país, alrededor de 2,5 millones de personas se desplazan cada año en el feriado de Semana Santa. La mayoría de los viajeros se dirigen a sus pueblos de origen para juntarse con familiares y amigos que muchas veces no pueden ver durante todo el año. Las playas, ríos y balnearios son los lugares más frecuentados en esta temporada. Todos los polos turísticos llenan sus habitaciones hasta con un mes de antelación. Es una verdadera locura de diversión y gozadera lo que pasa en la llamada Semana Mayor.
Villas, apartamentos y cabañas personales también son rentadas para estos días. En Semana Santa hay de todo y un chin más. La verdad es que se arma tremendo “revolú” en nuestras partes costeras. No cabe una gente en cada una de nuestras playas. Los ríos abarrotados, incluyendo los que el COE anuncia su cierre. Muchos incontrolables prefieren correr el riesgo y pasarle por encima a las autoridades. De ahí vienen muchos de los graves problemas de ahogamientos y demás casos lamentables.
La venta de alcohol se dispara a nivel nacional durante este asueto de Semana Santa. Por descuido o permisión de muchos padres, algunos menores de edad pierden sus vidas por intoxicación alcohólica. De igual manera, muchos adultos irresponsables caen en tomar bebidas de manera excesiva dentro y fuera del agua, lo que provoca muchas muertes por ingesta de alcohol. También los hay que en medio de la borrachera toman el volante para conducir, en el entendido erróneo de que “borrachos son mejores al volante”.
Cada año se registra la muerte de decenas de personas por la ingesta de alcohol, incluyendo menores de edad, estadísticas que, generalmente, sobrepasa el 10% de la totalidad de los fallecidos. Más del 40% de los accidentes se producen el domingo con el regreso. El sábado se registra un promedio de un 25% de las muertes por accidentes. Por estas razones, todos los años el Comité Nacional de Emergencia (COE), el Ministerio de Obras Públicas y otras instituciones realizan amplios operativos de prevención y asistencia víal el cual ha sido muy efectivo y funcional.
Este año hagamos que la celebración de la Semana Santa nos reporte menos víctimas. Aprendamos a tomar la vida con calma y comedimiento, el alcohol y el volante constituyen una mezcla fatal que generalmente deja terribles consecuencias. Es importante que sigamos las recomendaciones de los organismos oficiales de prevención y asistencia. Desde Gobernanzas Digital, recomendamos que, si vas a salir, hazlo con cuidado y nos vemos a tu regreso sano y salvo. Recordar que: “Más reflexión y menos alcohol es la clave perfecta para reducir la cantidad de accidentes en esta temporada”.
