Por: Jesús -Belén- de la Cruz
Director
El Congreso Nacional es un órgano legislativo bicameral donde, en sus hemiciclos y desde cada curul, se toman decisiones acordes con las prerrogativas que la Constitución de la República le faculta a ambas cámaras. Sin embargo; hemos visto como este, en su parte exterior, ha sido convertido en un estadio abierto donde distintos colectivos realizan todo tipo de manifestaciones políticas y protestas diversas.
Ante la inminencia de que sea introducido en cualquier momento un proyecto de convocatoria de la Asamblea Nacional para una modificación constitucional que habilite al presidente Danilo Medina, el presidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Leonel Fernández, luego de enviar a sus seguidores como avanzadas vanguardistas, finalmente, él mismo se presentó allí para arengar a sus correligionarios en contra de la mencionada propuesta.
Los méritos de Leonel Fernández como estadista, primer presidente y líder de un sector del partido político más grande del país no merecían, hasta ahora, cuestionamientos de trascendental importancia. Empero, sus últimas jugadas en el actual ajedrez político que vive su organización dejan mucho que decir del exmandatario.
Leonel Fernández, en su rol actual, luce un tanto cargado de soberbia, aguerrido y muy feroz. Se puede notar en cada una de sus últimas apariciones cómo este le rinde culto a su personalidad, además de exhibir un egocentrismo donde se expresa una valoración excesiva de su liderazgo, tal si se considerara como el centro de todas las atenciones y decisiones que se han de tomar, tanto a lo interno del PLD, como en la sociedad en su conjunto.
Con gran estupor y llenos de la vergüenza ajena se pueden observar importantes sectores de la sociedad dominicana, así como destacados empresarios locales al ver el actual comportamiento Fernández. Ahora el otrora hombre fuerte del PLD decide no acatar las decisiones de su propio partido. Lanza un grito de guerra contra el presidente Medina y le amenaza con que, si se introduce la modificación constitucional cualquier cosa podría pasar en el país.
Como pasando de lo institucional al culto a la espontaneidad; Leonel Fernández se acaba de erigir en el líder único de una masa amorfa que él define como la representación del 80% de la población que rechaza la reforma constitucional. Esas acciones parecen indicar que este tiene su maleta preparada para dar un paso en falso y formar tienda aparte donde sea “Ley, Batuta y Constitución”. Este extraño razonamiento ilógico podría conducir al expresidente a dejar camino real por vereda.
Una nueva cita con la historia. En su discurso frente al Congreso Nacional, Fernández comparó su lucha actual (por ser el candidato oficial del PLD, y que bien disfraza como una cruzada por el respeto a la Constitución) con la revolución de abril de 1965, donde se abogaba por el respeto a la Constitución y contra el golpe de Estado a Juan Bosch. Esto nos deja el mensaje que “el profesor” podría estar pensando en tomar decisiones de sublevación y separación definitiva de su partido junto a muchos de sus seguidores.
Curiosamente, Franklin Almeida dijo, momentos antes de la llegada de su líder, que, si se hace realidad la modificación constitucional y la rehabilitación de Medina, “en el país se puede dar una situación de ingobernabilidad y desobediencia civil”. Sencillamente, “el hombre del anillo” se está expresando en los mismos términos que su jefe político insurrecto.
De lo que si estamos seguros es que el sector en rebeldía, a partir de este momento, le hará la vida imposible al presidente Medina, así como a todos sus propósitos políticos y planes de gobierno. Recordemos que, en los tiempos del imperio de Leonel Fernández, muchos entendían que de Danilo Medina ser presidente de la República, este seria un títere del presidente de su partido. Muchos no aceptan que las cosas son diferentes.
En aquellos tiempos, no faltaron epítetos como: “Danilo es un muerto político” y “no tiene carácter ni carisma para ser presidente”. Tremendo error. Recordamos que en la campaña interna del 2007-2008 los leonelistas hicieron muy famosa aquella canción de “no hay nadie más para sustituirme”. Mas, aquel hombre de baja estatura, pero de mente agigantada solo se dedicaba a trabajar y construir su proyecto de país. Ese que hoy disfruta el pueblo dominicano.
Hoy, Danilo medina es una realidad nacional, ha venido construyendo su propia mayoría, tanto en el seno del PLD, como en toda la sociedad dominicana. Con las primarias abiertas para escoger el candidato presidencial del partido morado, Leonel Fernández tendría un fuerte dolor de cabeza frente a Danilo Medina. Se trata de un verdadero choque de trenes, dos gladiadores de mucha resistencia.
Según la física, la ley de la impenetrabilidad nos dice que dos cuerpos no pueden ocupar el mismo lugar al mismo tiempo. O como dirían en nuestros campos: dos gallos no pueden convivir en el mismo rejón. Ojalá aun haya espacio para el diálogo y la concertación entre estos dos líderes. Con la unidad entre ambos se garantiza la fortaleza monolítica del partido morado y un triunfo en primera vuelta. El PLD y el país necesitan una decisión respecto a este tema de la modificación constitucional. Esperamos que suceda lo mejor para todos.
