Editorial

Elecciones municipales de febrero definen triunfo electoral en mayo

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Por: Jesús -Belén- de la Cruz

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Director

Algunos procesos electorales suelen ser vinculantes cuando, como en el presente, la selección de los gobiernos locales se producirá a solo tres meses de la escogencia del próximo presidente de la República y de las nuevas autoridades congresuales. El primer certamen de este 16 de febrero servirá para posicionar y el segundo del 17 de mayo para ganar la dirección del Estado.

La estrategia adoptada por cada uno de los partidos y bloques electorales debe ser ganar la mayor cantidad de alcaldías para que esos espacios, conocidos como los gobiernos cercanos de las comunidades, una vez sean electas sus nuevas autoridades, se conviertan en territorios ganados que luego se lancen hacia la búsqueda del triunfo arrollador en las elecciones presidenciales.

Podemos observar una gran parálisis en el equipo que lidera el expresidente Leonel Fernández, quienes están llamados a desempeñar un flaco papel en el primer episodio a celebrarse el mes de febrero. Por como hablan los números de las encuestas, se duda que La Fuerza del Pueblo logre alcanzar veinte alcaldes a nivel nacional.

Con algunas excepciones, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se perfila para mantener todas las alcaldías bajo su dirección y, lejos de perder territorios, posee los números para ganar decenas que no están en su larga lista. De las 158 alcaldías y los 235 distritos municipales el partido morado controla más del 70% de los mismos.

Dada la real correlación de fuerzas favorables en las municipalidades, el partido de gobierno tiene el control administrativo de la Federación Dominicana de Municipios (Fedomu) y de la Federación Dominicana de Distritos Municipales (Fedodim). Todos los escenarios dicen que la balanza seguirá inclinada hacia el peledeismo.

Luis Abinader se presenta como el gran perdedor de este proceso. Luego de convertirse en una ambulancia del 911 para recoger al león herido (Leonel Fernández), quien aún se mantiene en cuidados intensivos, el Partido Revolucionario Moderno (PRM) perdió tiempo atendiendo cartones ajenos y no pudo estructurar una boleta municipal innovadora que le garantice desempeñar un papel estelar en las elecciones municipales.

Para colmo, perdieron el control de su principal alcalde David Collado, quien por su alta valoración era la única plaza asegurada por este partido con más de un 60%. Aquí, al igual que en otros casos, han tenido que acudir al famoso “ven tú”. Candidaturas improvisadas y salidas de la nada, que solo les queda sacrificarse por el partido y nada más.

En resumen, resulta positivo que Fernández haya obtenido ganancias de causa en el Tribunal Superior Electoral (TSE) y la Junta Central Electoral (JCE) en cuanto a su nombre y candidatura, porque es mejor derrotarlo en el terreno de combate, que tenerlo de nuevo intranquilizando el país con sus quejas de que le impidieron sus derechos individuales de elegir y ser elegido.

A pesar de los pesares, nada detiene a los “pueblistas” de sus deseos de “quemar las naves” solo para impedir que el PLD retenga el poder, todo porque su líder no fue electo candidato presidencial de ese partido. Pero, resulta y viene a ser que ya la pava no pone donde ponía y la población no dejará que le envuelvan cascarones vacíos en papel de celofán.

Cuando el presidente Danilo Medina presente sus memorias ante el Congreso Nacional y frente a todo el país. Cuando se conozca sobre el triunfo arrollador de sus fuerzas leales en cerca de 150 alcaldías y distritos municipales. El mandatario deberá exhibir ante el país, con sonrisa triunfante, los resultados reales obtenidos de las políticas sociales de su gobierno, así como el impacto social y económico que esto ha generado.

Entonces, y sin muchos rodeos, la población dominicana sabrá que es preciso continuar por el camino del desarrollo y el progreso que representa Gonzalo Castillo, quien en su condición del candidato promete dar seguimiento y duplicar muchos de los programas sociales de la presente gestión que encabeza Danilo Medina.

La Fuerza del Pueblo es un invento de Leonel Fernández, fruto del resentimiento social y el egocentrismo narcisista. No se trata de un proyecto de nación estructurado para dar soluciones a problemas nacionales o algo parecido. De ahí que la esperada derrota del leonelismo en los procesos por venir es más que evidente, necesario y de justicia social.

El PLD mantiene sus estructuras políticas y electorales intactas y renovadas. Los acontecimientos ocasionados por la salida de los que siguen a su antiguo presidente, Leonel Fernández, no ha hecho más que aceitar sus maquinarias y prepararse para vencer como lo han sabido hacer en otras ocasiones. Con odio y rencor solo se hace daño y maldad. Con programa y propuesta se gana para bien y para el beneficio de las grandes mayorías nacionales.

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