Por: Jesús -Belén- de la Cruz
Director
El mundo de hoy se enfrenta a un proceso cíclico, tal como acontece en los periodos de la posguerra, todo el planeta, en los futuros meses y tal vez por varios años, estaremos arropados por una profunda crisis económica posvirus, esto será sencillamente inevitable.
En todos los diarios de los cinco continentes, corren las noticias acerca de los miles de muertos y afectados por el Coronavirus. Los titulares resaltan sobre la ausencia de guantes y mascarillas en los supermercados. Ciertos medios advierten, en destacados pagados por estamentos estatales, cómo debemos lavarnos las manos sin temor a caer en la paranoia; también se enfocan en algunos incidentes internacionales en cuanto a la adquisición de equipos sanitarios.
Como ley de supervivencia natural, muchos laboratorios se preparan para dar el “gran golpe financiero” con la salida de la posible vacuna contra el Covid-19. Algo así como “no hay mal que por bien no venga”. Pero, la rueda de la vida ha de seguir su agitado curso, durante este proceso crítico y aún después de poder gritar ¡Eureka! con el descubrimiento de la cura para combatir esta epidemia letal.
A pesar de todo esto, los Estados Unidos y algunos aliados de Europa tienen el punto de mira puesto sobre la República Bolivariana de Venezuela. El expediente contra el llamado “cartel venezolano” ya está elaborado y, como en las viejas películas de vaqueros, ya le han puesto precio a la cabeza de Nicolás Maduro y hasta se ofrece una recompensa de 15 millones de dólares solo por “informaciones”, lo que para muchos analistas internacionales esto es un tremendo ardid de la Casa Blanca.
Fue noticia de portada la estrepitosa caída libre de la Bolsa de Valores, las que en las últimas dos semanas han sido particularmente volátiles, hasta el punto de que la pandemia ha provocado la salida de 100,000 empleados de la aerolínea Delta y el cierre de más de 200 centros comerciales en todo el territorio norteamericano, además de las miles de bolsas negras llenas de cadáveres en furgones improvisados como morgues en las emblemáticas calles de Nueva York, muy a pesar de esto, el imperio no ha muerto.
La disputa entre China y USA sobre quién es el culpable de producir y diseminar el virus por todo el planeta, es un tema; pero otro punto importante es que la formidable relación económica y comercial entre ambas naciones no será sepultada en una fosa común como víctima del fatídico Covid-19.
La guerra comercial entre las dos superpotencias (USA-China) mantendrá su equilibro político, nada que ver con ideologías. La realidad es que China posee 1,13 billones de dólares en títulos de deuda estadounidense, lo que equivale al 17% del total de la deuda norteamericana en manos extranjeras, por tanto, habrá entendimiento entre ambas naciones, sin importar las constantes amenazas y acusaciones entre Donald Trump y Xi Jinping.
Algunos trapos sucios han sido expuestos al sol durante esta pandemia de Coronavirus. Tal es el caso del rey de Tailandia Maha Vajiralongkorn, más conocido por Rama X, quien ha decidido pasar su cuarentena fuera de su país, con 20 concubinas de su clásico harén, en el Grand Hotel Sonnenbichl, que se encuentra a los pies de los Alpes, en Alemania. Ante este extravagante episodio, muchos se preguntarán si el pecado es las 20 mujeres servidas a la carta, o que este, como mal Capitán, abandonó su barco en medio de la tormenta.
Resulta desalentador el panorama que se vive hoy en Italia, luego de convertirse en foco principal de ataque del Covid-19. Aquel país que podía exhibir una cifra récord de 123 millones de personas alojadas en establecimientos turísticos. La epopéyica Roma con su majestuoso “Coliseo Romano; Milán, con sus castillos, el arte y la cultura; Venecia y sus deslumbrantes museos, acompañados de sus tours acuáticos; Florencia, cuna de los más connotados movimientos artísticos y su Basílica de Santa María del Fiore, destacada por su cúpula; y Rímini, una ciudad tocada por el mar Adriático, donde resaltan su famoso Puente de Tiberio y su “Arco de Augusto; ahora convertidos en puras ruinas, literal.
Es preciso resaltar como caso aparte la provincia de Bérgamo que se sitúa en la región de Lombardía, actualmente la más afectada por el coronavirus. En ella se han detectadomás de 42,160 casos de Covid-19. Hasta la fecha más de 101,730 personas han sido contagiadas ymás de 11,590 han muerto a raíz de la pandemia en todo el país.
Vale decir que la pandemia no discrimina nivel social ni económico. Vemos como, ahora, los españoles se preocupan bastante porque María Teresa de Borbón Parma, prima del rey Felipe VI conocida como la “princesa roja” y miembro de la familia Borbón-Parma, ha muerto en París a los 86 años de edad víctima del coronavirus, lo que es aceptable debido a la preeminencia de su rol social ante la Corona.
Sin menospreciar el alto sentido humano por la pérdida de un ser querido, sería más importante, tal vez, que los “Tíos” de la “Madre Patria” le prestaran particular atención a la propagación general que el coronavirus ha generado en España, lo que está impactando fuertemente en el mercado laboral del país. Según los datos oficiales reconocidos por el Ministerio de Trabajo, en la actualidad, alrededor de 620.000 empleados ya han solicitado al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) su prestación por desempleo, esto, después de que sus empresas han presentado su Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE).
La ecuación por ahora pudiera parecer un tanto simple; sin embargo, sería bueno pronosticar con tiempo acerca de la posición en que quedaran las grandes potencias una vez sea controlada la pandemia. Aunque su disputa por la hegemonía y control en el orden económico mundial no se discute, habrá temas sobre esta crisis posvirus que deberán ser debatidos en mesa redonda y con suficiente aderezo de sentido humanitario.
Partiendo de que esta pandemia amenaza con dejar entre 14 y 22 millones de personas en más pobreza extrema en Latinoamérica y que los países más ricos verán mermadas sus muy pujantes economías, se debe anteponer el “sentido social y humano” a la preocupación empresarial de “inversión y ganancia-beneficio”.
