Por: Jesús -Belén- de la Cruz
Director
Como afortunado pescador que aprovecha el mar revuelto para nutrir sus redes de peces que flotan a flor de agua, Luis Abinader, junto a su Partido Revolucionario Moderno (PRM), ni tonto ni perezoso aprovechó mínimamente la lucha interna del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) para colocarse en la delantera en todas las mediciones hechas en los últimos tres meses.
Según datos consultados, a través de distintas firmas encuestadoras, el candidato del PRM, alcanzó su techo máximo e inició un proceso vertiginoso de caída libre sin lograr sobrepasar el cincuenta más uno de las preferencias electorales. Ahora, con Leonel Fernández disputándole el protagonismo de oposición y con la candidatura de Gonzalo Castillo en las calles, Abinader trilla un escarpado viacrucis político.
Habiendo Leonel Fernández decidido irse a la oposición política, se desprende el hecho de que el nicho de votos donde habrá de acudir el expresidente, será justamente en los predios de la oposición que encabeza Luis Abinader. Al ser el PLD un partido en el gobierno se hace casi imposible que Fernández se pueda llevar una importante cantidad de sus estructuras de base.
Con el pacto entre PRM, LFP (PTD) y los demás partidos que se agrupan en distintas denominaciones, como son: GANAR y Juntos Podemos, se ha desatado una verdadera olla de grillos en el seno de esas agrupaciones políticas. Los escenarios están bastantes difusos en esos lares, razón por la cual se espera una verdadera implosión colectiva de consecuencias impredecibles.
Los seguidores del expresidente Hipólito Mejía no lucen dispuestos a sentarse en una mesa a tomar café con su archienemigo Leonel Fernández. En efecto, han reiterado que no serán parte de un acuerdo entre su organización política y los leonelistas. Este pacto apresurado enturbiaría las aguas del PRM y amenaza con provocar serios desprendimientos en sus filas.
Carolina Mejía, secretaria general del PRM, en comunicado publicado en sus redes, y que fue difundido por todos los medios del país, expresó que “me preocupa que algunas de las personas que participan de estos pactos y/o alianzas sean las mismas que han tenido gran parte de la responsabilidad del grave deterioro que vive nuestra institucionalidad democrática, de la corrupción, impunidad e intervención dolosa en los diferentes poderes de Estado”.
Con la imposibilidad de Leonel Fernández ser candidato por otro partido, luego de haber perdido unas primarias en el PLD, este optará por llevar a Rafael Alburquerque para que lo represente como su candidato presidencial, situación que creará una inevitable crispación de sus fuerzas, sobre todo, de aquellos que conocen la historia de disidente que arrastra el exvicepresidente.
A partir de este momento tendremos cerca de dos meses de total convulsión política en el seno de estos partidos aliados. Reacciones de profunda inestabilidad y desencantos se estarán produciendo en el PRM y La Fuerza del Pueblo (PTD). Aquí se pondrá en evidencia aquel refrán que dice “en política no siempre dos más dos son cuatro.
Este pacto alcanzado entre esos sectores que el presidente Danilo Medina a bautizado como “acuerdo de macos con cacatas” ha generado una alianza opositora a nivel senatorial para enfrentar al PLD. El PRM encabezará este frente en 13 provincias y 11 lo harán por La Fuerza del Pueblo, Partido Reformista Social Cristiano y demás. En las restantes localidades se llevarán acuerdos parciales o por bloques.
A tres meses de las elecciones municipales y a seis de las presidenciales y congresuales, todavía no hay un panorama totalmente definido en el país. Se espera que con la integración directa del presidente Danilo Medina a la campaña a favor de Gonzalo Castillo el panorama tome otro matiz. Demos vueltas al globo y esperemos un actor sorpresa que saldrá al ruedo político por la nominación presidencial los días por venir y entonces sabremos por dónde andarán los próximos ganadores de este sorteo electoral.
