Editorial

14 de junio revolucionario

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Por: Jesús -Belén- de la Cruz

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Director

Óiganlo señores de la reacción, si imposibilitan la lucha pacífica del pueblo, el “14 de junio” sabe muy bien dónde están las escarpadas montañas de Quisqueya; y a ellas… a ellas iremos, siguiendo el ejemplo y para realizar la obra de los Héroes de junio de 1959…”. Fragmento del discurso de Manolo Tavárez Justo en el parque Independencia, el 14 de junio de 1963.

Como una cita previa con la historia y aborto prematuro de los intentos fallidos para terminar con la tiranía del sátrapa Rafael Leónidas Trujillo, se realizaron los encuentros para llevar a cabo la expedición de “Cayo Confites”. El reclutamiento inició el 15 de julio de 1947 en las oficinas del Movimiento Revolucionario Cubano (MSR). Los intentos fueron fallidos, no se concretó el desembarco planificado, tampoco se logró el derrocamiento de la dictadura.

Estos planes revolucionarios, organizados con una ruta marítima y con una avanzada local que serviría de contraparte y refuerzo militar, fueron orquestados por Fidel Castro, Rolando Masferrer, Juan Isidro Jiménez Grullón, Juan Bosch, Juancito Rodríguez, Pedro Mir, Genovevo Pérez, Manolo Castro, Ramón Grau San Martín, José Manuel Alemán, Juan José Arévalo, Pepe Figueres y Rómulo Betancourt; sin embargo, el movimiento había sido infiltrado por la inteligencia trujillista y terminaron diezmados sus propósitos.

Dos años más tarde, se pudo materializar el desembarco del 14 de junio de 1959, una expedición armada llevada a cabo por un grupo de patriotas izquierdistas dominicanos, desde la clandestinidad, con el objetivo de terminar con casi 30 años de dictadura impuesta en la República Dominicana por Rafael Leónidas Trujillo.

Ese 14 de junio de 1959, tropas del Movimiento de Liberación Dominicana, compuesto por exiliados que, para materializar sus planes contra la dictadura, reunieron fondos, equipos y personas, desde Cuba, para entrenarse en guerra de guerrillas bajo las instrucciones de Fidel Castro, llegando a desembarcar por Constanza, Maimón y Estero Hondo, bajo la dirección militar del comandante Enrique Jiménez Moya.

Esta incursión terminó en el fracaso, al igual que la anterior de Cayo Confite, fue infiltrada por la inteligencia del régimen y al asomarse a las costas dominicanas, ya estaban siendo esperados por las tropas trujillistas y casi todos terminaron fusilados. Aunque este esfuerzo para derrocar la tiranía no rindió sus frutos desde el punto de vista militar, sí logró plantar la semilla de la rebelión del pueblo dominicano en contra de los casi 30 años de tiranía, crímenes, torturas y saqueo del erario nacional para ponerlo al servicio de la familia Trujillo y de sus servidores adeptos.

Desde este desembarco nace la idea de la creación de un grupo político organizado para la resistencia interna: El Movimiento 14 de junio, que tenía como presidente a Manolo Tavárez Justo, Rafael Miguel (Pipe) Faxas Canto, secretario general y Leandro Guzmán, tesorero. Este movimiento tuvo la responsabilidad de, luego de la fallida operación del 1959, organizar el Movimiento de Liberación Dominicana para alcanzar el derrocamiento del régimen, lo que fue logrado el 30 de mayo de 1960. La organización llegó a cubrir casi todo el territorio nacional, con unos 6,000 comprometidos de todos los sectores sociales.

El nuevo líder del movimiento revolucionario dominicano, llamado comúnmente “Manolo”, fue un dirigente político de amplia capacidad formativa, abogado de profesión y amante de los ideales de libertad e independencia, por los cuales luchó hasta el ultimo día de su vida. Alrededor de este liderazgo, se fueron incorporando importantes sectores políticos, económicos y sociales del país, viéndolo como una figura capaz de dirigir por buen sendero los destinos nacionales.

Manolo Tavárez fue llevado preso a la “40”, luego fue trasladado a una cárcel de Puerto Plata, como una jugada del complot para darle muerte a las Hermanas Mirabal. En esta parte del plan criminal, las hermanas Mirabal tenían que viajar continuamente a Puerto Plata para ver a sus maridos presos en aquella provincia del norte del país, para lo que tenían que atravesar carreteras montañosas y de tramos extremadamente peligrosos. Así fue concebido y consumado el plan, terminando con sus vidas, pero jamás con sus ideales.

Las tres hermanas Mirabal, conocidas también como las tres mariposas, fueron cobardemente asesinadas mientras regresaban de Puerto Plata, en un lúgubre lugar llamado “La Cumbre”, donde hoy existe una escuela que lleva su nombre. Con este crimen espantoso, la dictadura aceleraba su decadencia. Producto del crimen colectivo y la cruel represión desatada contra los miembros del 14 de junio, se fue desarrollando un sentimiento de indignación nacional en la población dominicana, aumentando cada día los niveles de descontento ya existentes contra el régimen.

Los tantos fracasos obtenidos por sus organizadores, las traiciones de los malos dominicanos, la complicidad de sectores eclesiásticos comprometidos con el régimen, muy a pesar de las múltiples dificultadas de los dominicanos y dominicanas comprometidos con su Patria, al final del camino, la tiranía de Trujillo llegó a su fin y se dio inicio a una nueva era con el nacimiento de la democracia y la libertad.

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