Por: Jesús -Belén- de la Cruz
Director
“Nos casaron con la mentira y nos obligaron a vivir con ella. Por eso nos parece que se hunde el mundo cuando oímos la verdad. Como si no valiera la pena de que el mundo se hundiera antes que vivir con la mentira”. Fragmento del discurso de Fidel Castro luego de tomar posesión del cargo de Primer Ministro, el 16 de febrero de 1959.
“Debo decir que, desde que iniciamos nuestro segundo periodo de gobierno y, a pesar de que nunca hablé de este tema, ni mostré ninguna intención de volver a ser candidato a la presidencia, se pusieron en marcha diferentes campañas de desinformación y descrédito en torno a la posibilidad de que optara a un periodo más de gobierno”. Fragmento del discurso de Danilo Medina al afirmar no seria candidato presidencial para el 2020, el lunes 22 de julio de 2019.
El símil de estos dos discursos es porque, según los sabios, “la verdad duele una vez, pero la mentira duele siempre”. Es bueno saber que, tanto en la política como en la vida diaria, las palabras que no estén construidas con los cimientos de la verdad tendrán los mismos resultados que un castillo de naipes frágil, inestable e inseguro que se puede destruir totalmente en su derrumbe secuencial.
Todo quien pudo ver y escuchar el polémico discurso del presidente Medina sabe que esta pieza fue elaborada fruto de una decisión bien pensada, sin muchos asesores teóricos dando forma y estilo a esas palabras tan directas, firmes y contundentes. El hombre habló molesto, algo así como cuando en una pelea entre dos boxeadores se establecen reglas y les dicen que es “sin patadas y sin golpes bajos”, pero lo primero que hace uno de los oponentes es darle a su rival con la punta del pie en su parte baja más sensible.
Al margen de cualquier razonamiento lógico basado en la ética y la diplomacia, la reacción natural de todo combatiente golpeado es la de devolver “golpe por golpe” y tratar de derribar a su contendor en el momento oportuno. “Si me das con mala fe, entonces te doy con mala fe”. Así se ve el proceso de la lucha interna del Partido de la Liberación Dominicana entre el sector de Leonel Fernández y Danilo Medina.
El expresidente Fernández disparó todas sus municiones estratégicas en prima facie, cuando debió segmentar los ataques por etapas y poner en marcha sus pasos tácticos según las condiciones objetivas de cada momento. Fruto de que los oponentes al presidente Medina daban como un hecho de que el gobernante iba tras la reelección, que de hecho tenia los votos y hasta le sobraban dos, apostaron cien a uno y se encerraron en la consigna de lucha por el respeto a la Constitución.
Ahora la Constitución ya no está en peligro. Danilo Medina hizo una jugada maestra y demostró que, antes que las apetencias personales, ponía el país y el PLD por encima de los clamores de sectores que, dentro y fuera de su partido, lo empujaban a buscar un tercer mandato consecutivo. Con una valoración por encima del cincuenta por ciento y siendo líder de la mayoría en su partido, ningún otro político hubiera dado ese paso atrás con tanta vehemencia y gallardía.
Leonel Fernández dijo frente al Congreso Nacional, que su lucha iba más allá de las ambiciones de poder dentro de las filas del PLD, que no se trataba de rivalidades entre liderazgos, y que no se procuraba, por encima de todo, una candidatura a la presidencia de la República. Que él estaba luchando por valores y principios que definen la democracia en la República Dominicana.
¿y entonces, ahora que, según los leonelistas, el “egoísta” y “dictador” Danilo Medina desistió de aspirar a un nuevo mandato y la Constitución está fuera de peligro mortal, va Leonel Fernández a demostrar que su lucha no es por la candidatura presidencial de su partido, o deja demostrado que aquello era solo un discurso populista que buscaba encubrir su verdadero propósito?
La sorpresiva renuncia de Danilo ha resultado ser un fuerte dolor de cabeza para Leonel Fernández. El problema ahora es más grave y delicado para los adversarios del presidente Medina. Los que le tiraron palos y piedras al panal de avispas, ahora tendrán que coger sus picaduras como respuestas. El sanjuanero de Arroyo Cano no parece estar dispuesto a poner la otra mejilla luego de recibir la primera bofetada.
El problema pica y se extiende a lo interno del PLD. Este 16 de agosto, según acuerdos de Comité Político, el diputado Demóstenes Martínez debiera pasar a presidir la Cámara de Diputados, pero hay quienes dicen que como los leonelistas se constituyeron en bloque aparte al de su partido, entonces no habrá cumplimiento de ese pacto y que Radhamés Camacho seguirá al frente de este poder legislativo.
Viendo más allá de la curva del peligro, dependiendo del curso que sigan los acontecimientos en este delicado tramo político, existen indicios que auguran la posibilidad de que Leonel Fernández en un próximo congreso del colectivo peledeista, pueda quedar fuera de la presidencia de su partido, esto como respuesta a su actual postura de colocarse por encima de todas las estructuras de la organización que preside.
Más de 400 miembros del Comité Central del PLD se reunieron en un hotel de la capital en respaldo a la gestión del presidente Danilo Medina y en apoyo a las decisiones que tome su líder a partir de este momento. El ministro administrativo de la presidencia, José Ramón Peralta, a la salida de esa actividad, dijo que el danilismo está más unido que nunca y que en septiembre escogerán el precandidato que tenga la delantera, que Danilo Medina se lo echará al hombro para convertirlo en el candidato del PLD y luego en presidente de la República.
“Yo me voy, pero me quedo”. Es lo que se colige, dejó colgado en la pared el presidente Medina en su electrizante discurso. Lo que sí podemos asegurar es que los “movimientos telúricos” que debe estar organizando este gran estratega son más fuertes que los pasos que podemos ver a flor de tierra. Danilo escogerá un “alfil” de mucha resistencia y con perfil potable para enfrentarlo a Leonel Fernández. Deberá garantizar que este competidor quede con suficiente fuerza y bien posicionado para ganar las próximas elecciones en primera vuelta. Una segunda vuelta seria un factor de riesgo para un partido en el poder.
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