El presente proceso electoral de este 2020, con sus celebraciones municipales del 16 de febrero, presidenciales y congresuales del 17 de mayo, requiere la mayor confianza de parte de la ciudadanía y de los distintos actores políticos participantes en el certamen.
Legitimar la democracia es un deber de cada ciudadano. La participación social, en la modalidad electoral, es parte de los procesos de toma de decisiones de cada país. Es por esto por lo que debemos darle un espaldarazo a nuestra Junta Central Electoral (JCE) y avalar su comportamiento transparente e imparcial.
El país será escenario de intenso activismo político, ya que se estarán disputando 3,849 cargos electivos. En el proceso se escogerán 158 alcaldes/as y 158 vicealcaldes/as, 1,164 regidores y 1,164 suplentes. De igual forma, se elegirán 235 directores/as y 235 subdirectores/as. Para lo que el organismo electoral ha habilitado 16,498 colegios electorales en 4,324 recintos electorales.
Lo que sí resulta preocupante, es el constante nivel de desconfianza y descrédito con que se manejan ciertos partidos y candidatos a cargos electivos. Todo esto, producto de la tradicional cultura del “pataleo” propia de los clásicos malos perdedores y de aquellos que sabiendo no obtendrán buen desempeño, se dedican a realizar ataques feroces contra el organismo comicial.
Es sabido que, si los actores dudan del árbitro, también dudarán de los resultados emitidos. Estos momentos son claves para afianzar la credibilidad en el organismo y también de sus resultados. El país necesita tranquilidad y las instituciones deben seguir su curso a partir del lunes 17 del presente mes.
La clase política debe fortalecer la democracia y ampliar el nivel de confianza en sus instituciones. Los dominicanos debemos ir a las urnas y participar masivamente en las elecciones sin acumular dudas, esperando que los resultados de la JCE serán el producto de lo que suceda en las votaciones.
Lo importante sería que cada uno de los votantes sepa seleccionar sus candidatos a ser electos. Documentarse, analizar y reflexionar será muy importante para los electores. Procurar programas, perfiles, experiencia, capacidad gerencial y cualidades basadas en valores. El voto cuenta y las decisiones valen.
Nuestra sociedad debe demandar de la JCE transparencia, equilibrio, efectividad y compromiso social. De igual manera, los ciudadanos debemos respetar los resultados emanados del organismo electoral, reconocer su papel de árbitro y respetar la legitimidad de sus acciones.
Todos sabemos que la Junta Central Electoral es un órgano constitucional que goza de autonomía funcional y operativa de todos los demás entes de la Administración Pública. Forma parte de los denominados órganos constitucionales creados por la Constitución dominicana de 2010, posee personalidad jurídica e independencia técnica, administrativa, presupuestaria y financiera.
Acudir a votar en las elecciones es un derecho que debemos ejercer y un deber que debemos cumplir con bastante responsabilidad. Ejerciendo esta tarea de derecho democrático, los ciudadanos podemos elegir a nuestros futuros, gobernantes, legisladores y autoridades municipales. Se trata de seleccionar a quienes nos han de gobernar y representar ante los distintos órganos de poder del Estado. Una responsabilidad máxima que debemos asumir con comportamiento democrático y participativo.
Precisamos terminar de una vez y por todas con la cultura del “pataleo” que tanto inquieta y estanca al país. Cada vez que pasamos por un proceso electoral y en ocasiones hasta previo a dicho certamen democrático, partidos, agrupaciones y candidatos que no salen beneficiados con el voto mayoritario de la población, se dedican a desacreditar a la JCE con el alegato del fraude electoral y esto es perjudicial para todo el sistema democrático.
Vayamos a las urnas este domingo 16 de febrero y hagamos valer nuestros derechos democráticos. Démosle un espaldarazo al alto organismo comicial y respetemos los resultados emanados del mismo, aun los mismos no nos favorezcan de manera particular. A las elecciones se va a ganar o a perder. esto es algo que hace mucha falta en ciertos actores políticos dominicanos. Respetemos la Junta Central Electoral (JCE).
