Editorial

Raíces históricas de República Dominicana y Haití según la BBC Mundo

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Queremos compartir con nuestros lectores un importante trabajo publicado por la prestigiosa cadena internacional BBC Mundo sobre las históricas relaciones, conflictos y marcadas diferencias entre la República Dominicana y Haití. El producto ha sido colgado en las redes a través de un video con bastante profesionalismo. Reconocemos que el resumen, aunque es bastante objetivo, no destaca temas centrales de carácter social y político, sin embargo, vale la pena conocerlo y difundirlo.  

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Haití es el país más pobre del hemisferio occidental y la República Dominicana una de las economías que más rápido ha crecido durante dos décadas. Estos dos países comparten la misma isla y siglos de explotación colonial, pero hablan idiomas distintos y tienen culturas diferentes.

Las lenguas oficiales de Haití son el francés y el creole. La de República Dominicana es el español. En Haití la mayoría de la población es negra y en República Dominicana es mestiza. Según el análisis referido, un 95% de los dominicanos se declara católico, mientras que en Haití el catolicismo convive con otras religiones oficiales como “el Vudú”.

Una pregunta obligada para los analistas es cómo la isla más poblada terminó en dos países. Su respuesta inicial es que los aborígenes de esta isla fueron los “Taínos”, quienes la llamaban “Quisqueya” o “Madre de todas las tierras” y “Haití” que significa “Tierra de altas montañas”. Son diversas las razones económicas, sociales y políticas que dieron origen a la separación entre las dos naciones.

La llegada de Cristóbal Colón produjo un cambio radical a partir de 1492. Los colonizadores cambiaron el nombre de la isla y le llamaron “La española”, tal como se le conoció por muchos años.   Esta fue usada como base estratégica para la conquista. Situación que generó el brutal exterminio de toda la población “Taina” en menos de 25 años.

Con el objetivo de continuar explotando las minas de oro y el cultivo de la caña de azúcar, los españoles decidieron importar en forma masiva esclavos africanos, dada su mayor resistencia y fortaleza para sus propósitos de usar manos de obras más productivas y de mayor ciclo de vida.

Este fenómeno se produjo entre 1501 y 1520. Se dice que a partir de esa fecha los españoles comenzaron a perder cierto interés sobre “La Española”, de manera especial por la parte occidental de la isla, volcándose así hacia la conquistad de nuevos territorios que prometían, a su juicio, mayores riquezas. Así, los bucaneros, ingleses, holandeses y franceses, iniciaron a disputarse esa zona, para entonces abandonada, que hoy ocupa Haití.

Francia resultó gananciosa de aquel proceso de conquista brutal. A casi tres siglos después de la llegada de Colón, España decidió, de manera formal, cederle este territorio, un tercio de la isla, a París. Es por lo que a partir de ese entonces esa parte de la isla empieza a llamarse Saint Domingue. Francia logró convertirla, gracias a la producción de caña de azúcar, en un botín bastante lucrativo, para entonces, el más rico del Caribe, todo para sus propósitos colonialistas y de esclavitud desmedida.

A comienzo del siglo XIX, el eco de la Revolución francesa de 1789 llegó hasta Haití, y siguiendo sus ideales, los esclavos de esta parte de la isla se levantaron y les declararon la guerra a las fuerzas de Napoleón Bonaparte. Ya para el 1804, Saint Domingue declara su independencia y fue rebautizada como Haití. Pasando así a la historia como la primera nación independiente de América Latina y la república negra más antigua del mundo.

A partir de los datos presentados, esta independencia tuvo un precio bastante alto, dado que Francia le obligó a pagar una indemnización descomunal para compensar su declaración de independencia y recobrar el dinero que ya no recibirían por la explotación de ese territorio. Lo que le costó a la República de Haití 122 años para poder pagar dicha deuda abusiva, hecho que se produjo a mediados del siglo XX.

Mientras esto pasaba en Haití, la otra parte de la isla, antigua “La Hispaniola”, hoy República Dominicana, continuó bajo dominio español hasta el 1 de diciembre de 1821, fecha en que proclamó su “Independencia efímera” con el nombre de Estado Independiente del Haití Español. Es así como nacen los dos países.

Esta independencia del Haití Español solo duró dos meses, por el motivo de que el 9 de febrero de 1822 fue ocupada por el vecino Haití. Esta invasión se prolongó por 22 largos años y se produjeron hechos políticos y sociales que amenazaban con borrar todos los rasgos que definen una Nación, como son: Estado, leyes, cultura, lengua, religión y conducta social, entre otros.

En aquel periodo de intervención fue prohibido el uso del idioma español en las escuelas y en los documentos oficiales. Se instauró el francés en la enseñanza primaria, se perseguía todas las manifestaciones religiosas dominicanas, se realizó una reforma agraria perjudicando a todos los terratenientes blancos, así como se obligó a los dominicanos a contribuir con el pago de la deuda que tenía Haití con Francia para lograr su independencia.

Todos estos motivos, dieron origen a la creación de la sociedad secreta “La Trinitaria” con el objetivo de procurar la independencia de los dominicanos de la terrible dominación haitiana. Logrando declarar la anhelada independencia el 27 de febrero de 1844. Fue entonces cuando comenzó a llamarse República Dominicana.

En otro orden, ya en el siglo XX, Estados Unidos inicia un proceso de invasión a República Dominicana, específicamente en 1916 y posteriormente en 1965. La historia es bastante larga y con muchas variables. Pero lo cierto es que el contraste entre estas dos naciones, República Dominicana y Haití,  se hace cada vez más extremo y evidente.

El desarrollo económico entre estos dos países es visiblemente muy diferente. República Dominicana es casi diez veces más rico que Haití. Esa desigualdad ha marcado la relación entre ambos vecinos, razón por la cual el proceso migratorio se hace cada vez más agudo, siendo uno de los puntos más críticos. Desde hace varias generaciones los residentes haitianos, como manos de obras baratas, han sido esenciales para la economía dominicana

Cada año miles de haitianos cruzan la frontera en busca de trabajo y mejores condiciones de vida. Algunos de los inmigrantes haitianos alegan maltratos y discriminación de parte de los dominicanos. Sin embargo, la realidad contrasta con estas aseveraciones. También se habla del miedo de los dominicanos a que se produzca una haitianización de su territorio, por lo que algunas ONG llegan a hablar hasta de xenofobia.

Es importante aclarar que no todo es división entre ambas naciones. Un vivo ejemplo de esto es cuando Haití sufrió el devastador terremoto del 10 de enero de 2010, donde se estima murieron casi 500 mil personas y cerca de dos millones quedaron sin viviendas, la República Dominicana fue su principal y casi único asistente colaborador.

Luego de aquella terrible catástrofe la República Dominicana jugó un papel humanitario clave llevando ayudas y construyendo miles de viviendas para los afectados durante los primeros días del devastador terremoto.

La realidad es que, de un lado, existe un país pobre, pagano, de ascendencia africana y herencia francesa; y del otro lado, hay un país mestizo, católico, de ascendencia española y con gran expansión económica, tal vez los dos tienen más en común, de lo que están dispuestos a admitir.

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