Por: Licda. Lourdes Gómez
Abogada – Master en Derecho Civil
La Pandemia del Coronavirus que actualmente afecta la humanidad ha obligado a todos los sectores productivos a implementar la tecnología como herramienta principal para no detener aspectos de la vida diaria, imprescindibles para el buen funcionamiento de la sociedad.
Haciendo un recorrido virtual por los países afectados de Covid-19, podemos ver cómo todos, sin excepción, han recurrido a las plataformas tecnológicas para el mantenimiento de las principales actividades económicas, sociales y judiciales. Siendo esta última una de las afectadas por el cambio drástico y repentino a que nos obligó la pandemia.
Países como Argentina han tenido inconvenientes en el área judicial por los procesos de digitalización a medio camino, muchos abogados dicen que si se hubiera avanzado en la firma digital podrían seguir trabajando.
República Dominicana no es la excepción ante la vorágine causada a nivel mundial por el covid-19, el área judicial ha tenido que readecuar los métodos tradicionales de impartir justicia para evitar entre otras cosas: el cumulo de expedientes y el desbordamiento de los tribunales.
Los tribunales dominicanos han adoptado en su mayoría el teletrabajo y la realización de audiencias virtuales, principalmente sobre casos que implican derechos fundamentales.
Podemos destacar a la Escuela del Ministerio Público quienes, desde la declaración del Estado de Emergencia y las medidas de distanciamiento social suspendieron sus clases presenciales y ampliaron la oferta académica virtual para capacitar a más de 250 miembros del Ministerio Público, según su página web.
La mayor preocupación, sin duda, lo es el tema de la violencia contra la mujer, que debido a la cuarentena pudiera haberse incrementado, por lo que el Centro de Asistencia a Sobrevivientes de Violencia, dependencia de la Procuraduría General de la República, están brindando asistencia psicológica virtual a mujeres víctimas de violencia, de igual manera el Centro de Intervención Conductual para hombres agresores.
Los ciudadanos, en cualquier parte del mundo, requerimos de una justicia pronta y efectiva, que debido a las ya existentes debilidades del sistema no es posible obtenerla con la celeridad requerida y que por la manera repentina como el Coronavirus arribó a la vida nacional se han adoptado las medidas que el propio sistema permite.
Ahora bien, si en verdad ha dado resultado la puesta en práctica del teletrabajo y las audiencias virtuales a causa del covid-19, eso lo sabremos al finalizar la cuarentena y el estado de emergencia, cuando volvamos a la realidad y a los tribunales; pero algo debe quedarnos claro, y es que los tiempos requieren de la digitalización y readecuación de la justicia a la era de la tecnología donde todos debemos aportar nuestro granito de arena: abogados, jueces y fiscales; así la utopía de una justicia pronta y efectiva sea realidad.
