Por: Licda. Rosmery Cleto Tineo
Master Educación de Personas Jóvenes y Adultos
Tras 4 meses de la pandemia Covid-19 paralizar la República Dominicana y con él su sistema educativo, no hay precisión de como iniciar el nuevo año escolar; con el anterior año finalizado con el 70 % de los contenidos dados, es evidente la vulnerabilidad de este. Y que traerá para el próximo año Características puntuales como: El abandono escolar, la pobreza y la desigualdad social, que afecta a uno de cada dos alumnos.
La situación planteada traerá muchas consecuencias en lo educativo, encabezándola el abandono escolar, factor que se había superado. Todo este tiempo fuera de la presencialidad escolar, la inestabilidad económica obligará a los estudiantes a ocuparse en otros oficios para poder sobrevivir.
Desde esta perspectiva el sistema educativo debe ser analizado propiciando cambios importantes en todas sus estructuras, en el caso del currículo dominicano se ha caracterizado por la cantidad de contenido y no la calidad en los aprendizajes. Además de ser presencial, lo que ahora estará en discusión es como abrirle paso a lo virtual. Es innegable que todo ha cambiado y que no podemos seguir con estructura débiles, que no dan respuesta a los retos del mundo.
Debemos tener en cuenta que la tecnología es parte importante de la sociedad, la cual no puede, estar separada, ni lejos del ambiente estudiantil. La capacitación constante a los docentes en materia tecnológica será uno, de los argumentos en agenda. A pesar de que es un tema de mucho tiempo pero que no ha sido ejecutado efectivamente; y el covid-19 lo dejó al descubierto.
Aún teniendo un proyecto ambicioso como el de la República Digital, con dos años de iniciado en su primera fase como plan piloto, que alcanzó algunos centros educativos de: Santiago, Puerto Plata, y Santo Domingo. En la segunda fase incluyó todas las regiones del país dotando a los docentes y estudiantes de computadores. No fue suficiente para enfrentar el reto que nos imponía la pandemia.
Sabiendo esto las preguntas serían ¿El proyecto tomó en cuenta las condiciones de los centros educativos en cuanto a energía eléctrica, y la conectividad? ¿Los docentes fueron pre capacitados para hacer de esta herramienta su bastón de trabajo?, al mismo tiempo se capacitó a sus estudiantes. Si no es así estaríamos frente a un proyecto sin una planificación a largo plazo.
Solo nos resta que las autoridades educativas al definir el inicio del nuevo año escolar tomen los factores anteriormente mencionado como urgentes a discutir, ya que marcaran el desarrollo educativo de miles de estudiantes y al sistema mismo.
Sugerimos posponer el año escolar y reconsiderar en enero 2021, y mientras esto pasa mantenerse en capacitación y dotación de los instrumentos necesarios a los docentes y estudiantes, tomando en cuenta los estudiantes de zonas vulnerables.
