Por: Jesús -Belén- de la Cruz
Director
“El amor y el interés se fueron al campo un día, y más pudo el interés que el amor que le tenía”.
Si buscamos la definición etimológica de lo que conocemos como el amor, nos damos cuenta de que el mismo se considera como un sustantivo abstracto que expresa “el sentimiento de vivo afecto e inclinación hacia una persona o cosa a la que se le desea todo lo bueno”. Sin embargo, cuando hablamos de interés, sea este de carácter económico, social o político, necesariamente tendríamos que darle un abordaje de connotación totalmente diferente al amor en todo el sentido de la palabra.
Luego de terminada la guerra fría, lucha aguerrida entre las superpotencias imperiales, existen otras formas de parte de los países más ricos para manifestar su dominio y control sobre los pueblos y países pequeños, sin que esto se vea como una imposición de fuerza. Ahora, por lo menos, se guardan las apariencias y se cuidan las formas. Ellos son grandes y se entienden. Prefieren unos cuantos ataques mediáticos y no un enfrentamiento bélico de consecuencias impredecibles.
La República Bolivariana de Venezuela, amén de su profunda crisis interna, se encuentra en medio de un persuasivo cortejo de “interés-comercial”, por parte de los tres colosos: Estados Unidos, Rusia y China. El objetivo fundamental de estos “amos y señores” nunca ha sido su preocupación por las condiciones vida, económicas y social del pueblo y país venezolanos, sino, más bien, su gran interés por la reserva petrolera que reposa en aquel país suramericano.
Convenios Rusia y Venezuela
Durante más de 15 años Rusia y Venezuela han desarrollado una relación muy estrecha de intercambios y cooperación entre los dos países. En ese largo periodo más de 260 convenios han sido rubricados entre ambas naciones.
Rusia y Venezuela han creado varias empresas conjuntas con planes estratégicos en la franja petrolera del Orinoco, territorio que posee la reserva de hidrocarburo más grande del planeta. Algunas de esas empresas mixtas son: Petro Monagas, Petro Miranda, Petro Victoria, Petro Perijá y Boquerón. Aquí si que hay un amor profundo… pero por el petróleo venezolano.
En el año 2005 la empresa petrolera rusa Gazprom y PDVSA de Venezuela firmaron un memorándum de entendimiento para la exploración y explotación de crudo. En 2017 la petrolera rusa Rosneft suscribió un nuevo acuerdo para ampliar sus operaciones y proyectos gasíferos en la Península de Paria, en el Estado de Sucre, concretamente en los campos Patao y Mejillones, pertenecientes al Proyecto Mariscal Sucre, uno de los más ambiciosos en materia gasífera que desarrolla Venezuela. De ahí el gran amor ruso por Venezuela.
Acuerdos entre China y Venezuela
Las relaciones internacionales entre la República Popular China y la República Bolivariana de Venezuela iniciaron en el gobierno de Hugo Chávez y dado el gran flujo comercial entre ambas naciones, Venezuela es, hasta el momento, el segundo socio comercial de China y es el mayor destino de inversión de China en América Latina.
Estos dos países hicieron más importantes sus relaciones durante la presidencia de Hugo Chávez en Venezuela y la de Hu Jintao como el líder de la República Popular de China. El comercio chino-venezolano había sido de menos de 500 millones de dólares por año antes de 1999, y llegó a 7,5 mil millones en 2009, por lo que el segundo socio comercial de China es Venezuela. Varios acuerdos bilaterales han generado miles de millones de dólares de China en Venezuela, y han hecho aumentar las exportaciones de petróleo y otros recursos a China.
En septiembre de 2008 Venezuela firmó una serie de acuerdos de cooperación energética con China. En 2009 se firmaron nuevos acuerdos comerciales por valor de 12 mil millones de dólares. Para el año 2012 las exportaciones de petróleo aumento a 640.000 barriles de petróleo al día. Se estima que 200.000 de esos barriles fueron destinados a compensar la fuerte deuda de Venezuela con la gran nación asiática. Venezuela es el cuarto mayor proveedor de petróleo de China y existen planes de construir una refinería de petróleo en China solo para manejar el crudo pesado venezolano extraído de la Cuenca del Orinoco.
Relaciones USA y Venezuela
A pesar de las accidentadas relaciones entre Estados Unidos y Venezuela, el coloso del Norte sigue siendo el principal socio comercial venezolano, y Venezuela el tercer socio comercial norteamericano después de México y Brasil. Estando muy por encima de Colombia su aliado principal en la zona. En el 2014, según el propio gobierno estadounidense, la República Bolivariana de Venezuela exportaba unos 740.000 barriles diarios a EE.UU.
La principal relación entre estos dos países radica en el petróleo. Solo en el 2012 la cifra de exportación venezolana hacia USA alcanzaba los US$38.722 millones. En 2013 le habría vendido US$31.997 millones y en 2014 exportó US$30.219 millones en bienes a Estados Unidos, mientras que le importó 11.339 millones de dólares. Lo que evidencia que aún con sus diferencias políticas y diplomáticas, las relaciones comerciales se mantienen en los primeros planos.
A juicio de George Ciccariello, profesor de la universidad de Drexel en Estados Unidos, “no es que Venezuela dependa tanto de los mercados estadounidenses de petróleo, es Estados Unidos el que depende de ese petróleo. Estados Unidos sabe que, si Venezuela cerrara el grifo, eso causaría una transformación sustancial a su aprovisionamiento interno”.
Esta es la verdad “monda y lironda” de por qué Estados Unidos, Rusia y China se muestran tan amistosos y lucen como padres protectores de la República Bolivariana de Venezuela. Cuando Rusia y China advierten a USA que Venezuela no está sola, y cuando Donald Trump le pide a Rusia salir de aquella nación caribeña, no existe una real preocupación de parte de ninguno de ellos por la salud, alimentación y desarrollo de los venezolanos. Aquí no se vislumbra ningún tipo de lucha de clases, social ni política entre esas grandes potencias. Su único afán es el petróleo que emana de las entrañas de la nación suramericana.
