Por: José Rafael Padilla Meléndez
Lic. Ciencias de la Educación Básica
-Educación Superior & Planeamiento Educativo
-Alta Gerencia Partidos Políticos
Con la designación del nuevo ministro de educación se puede apreciar un interés por parte del gobierno central encabezado por el presidente Luis Abinader de que el tema de educación es prioridad del mandatario, ya que el Dr. Roberto Fulcar es un consagrado estudioso de los problemas y males de este sector en la República Dominicana, además de ser un hombre de la entera confianza del presidente.
El país, en términos competitivos, ha quedado muy mal parado en los escenarios internacionales que miden la calidad de la educación y esta tarea inconclusa que por generaciones se ha perpetuado, gobierno tras gobierno, es la que debe enfrentar con carácter y voluntad la gestión de Fulcar, produciendo cambios en el modelo educativo a tal grado que la inversión de más de RD$936,429 millones al 2019, sin incluir el presupuesto de 2020 comience a rendir los frutos de desarrollo que demanda nuestro país.
El reto es grande, pero no imposible si la voluntad política y el compromiso social e histórico se colocan a favor de los mejores intereses de la nación.
En el ministerio de educación existen deficiencias que suponen problemas para la función eficiente del mismo, algunas debidas al diseño y enfoque operacional de los servicios que ofrece producto de la burocracia interna, lo cual debe cambiar a partir de un enfoque orientado al cumplimiento de los propósitos de la gestión, siguiendo los lineamientos formales determinados por las normas y escuchando las opiniones de los actores de mayor relevancia que son docentes y alumnos.
Si estas deficiencias, una vez identificadas, se plantearan como oportunidades de mejora, muchos de los males ancestrales comenzaran a evidenciarse como el cambio que esperamos todos.
Los distintos sectores de la sociedad hasta el momento tienen la esperanza de que habrá un cambio en la educación, muchos hasta presagian la transformación total del sistema y el modelo educativo, pero hay que esperar y ver de qué manera el nuevo ministro junto al mandatario manejaran la enorme demanda social que ha acumulado la educación en nuestro país.
Por lo pronto, me permito proponer que solo con el concurso de todos los actores del sistema, la formación puntual, permanente y dirigida de los docentes y un estricto apego al cumplimiento de la ley 66-97 y lo que señala el artículo 63 de nuestra constitución cito: De que Toda persona tiene derecho a una educación integral, de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades, sin más limitaciones que las derivadas de sus aptitudes, vocación y aspiraciones. se producirá el cambio, finalmente concluyo diciendo, sí se puede.
“Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de él”. (Emmanuel Kant).
