Con una inversión de US$120 millones, unos RD$7 mil millones, fue puesta en marcha la Planta Depuradora de Aguas Residuales Mirador Norte La Zurza, considerada una de las obra de mayor impacto social de la gestión del presidente Danilo Medina, con el tratamiento de 27 millones de galones de aguas cada día de las cañadas que antes vertían directamente al río Isabela.
Mediante tubería de 48 pulgadas, que recorre más de seis kilómetros, las aguas son impulsadas por seis cárcamos, en la margen del río Isabela y depurada en la planta ubicada en la avenida Jacobo Majluta, en Santo Domingo Norte, donde se desarrolla todo el proceso previsto.
El ingeniero Simón Bolívar Scheker, supervisor de Obras de la Unidad Ejecutora de la Caasd, mostró a Hoy todo el proceso, desde que entra a la planta como es impulsada por cárcamos y hasta que sale limpia y devuelta al río Isabela.
Explica que las aguas llegan a unos tamices, tipo escalera, donde se retiran los sólidos y gruesos presentes de donde se depositan en un contenedor (área de pretratamiento).
Luego pasa a una cámara donde se les inyecta aire, se eliminan las grasas y las arenas, las primeras van a un centrador.
Luego va el proceso de decantación primaria, donde se favorece el depósito de las partículas suspendidas por un proceso puramente físico, en el cual se elimina el 30% de la contaminación y el 60% de los sólidos.
De ese proceso se pasa a la decantación primaria, donde se queda el 30% de la contaminación, en que se observa el agua clarificada, mientras las grasas que queda flotando es retirada mediante una caja sumergida.
Luego se pasa a los filtros biológicos, en el cual se crean microorganismos que se encargan de degradar la materia orgánica.
Desde el centro de control operacional se controla toda la planta con un sistema escada, de donde se visualizan los procesos que ocurren en la obra, así como un laboratorio que lleva el control de calidad de agua.
Señala que los lechos percoladores o filtros biológicos, cuentan con un relleno o material sintético, donde se crea una biopelícula que se encarga degradar u oxidar la materia orgánica.
La biopelícula está compuesta por algas, hongos, larvas, gusanos, que según pasan las aguas se van alimentando mientras el líquido se va depurando.
De ahí pasa al tratamiento secundario donde el proceso tarda ocho horas, luego pasa a un proceso donde se observa el agua totalmente clarificada, los fangos van al fondo y enviado a una línea para esa sustancia.
Luego va a una cámara de desinfección tipo laberinto, al que se le inyecta cloro liquido para eliminar los patógenos, virus y protozoo que pasaron todo el proceso anterior.
Pero en la parte intermedia se inyecta una sustancia que elimina el cloro libre residual, de tal manera que no afecte los recursos hídricos existentes en el río Isabela.
Pasa a un depósito de agua totalmente tratada con una eliminación de los coliformes fecales de más de un 99%, de donde es bombardeada al río Isabela.
Gas y Abono. La planta cuenta con un área de agua filtrada que es utilizada en el proceso industrial y regar la jardinería existente.
La planta tiene una capacidad para tratar 27 millones de galones diario, que son devuelto limpios al río Isabela.
Los fangos se depositan en dos grandes estanques o digestores aneróbicos de 7 mil metros cúbicos cada uno donde son concentrados en 21 horas, produce biogás que se utiliza como combustible en la planta.
Con las partículas que quedan se convierten en abono orgánico con una capacidad de almacenamiento de hasta 140 metros cúbicos y que serían trasladado a los terrenos que serán irrigado por la presa de Monte Grande.
Impacto social
El director de la Caasd, arquitecto Alejandro Montás, sostuvo que esa planta es el proyecto más importante del Estado dominicano y del Plan Maestro del Alcantarillado de Santo Domingo y contribuirá de manera determinante a la descontaminación de los ríos Isabela y Ozama. El arquitecto Montás señala que a la estación llegarán las aguas residuales de 30 barrios de Santo Domingo con una población de 450 mil habitantes.
Fuente:Hoy Digital
