La posible incidencia del fenómeno El Niño en el Caribe podría disminuir la actividad ciclónica en la República Dominicana durante los meses de agosto y septiembre, que forman parte de la temporada de huracanes del Atlántico, y dejaría al país propenso a una sequía.
Así lo indicó la directora de la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet), Gloria Ceballos. “En los tres años anteriores (2020, 2021 y 2022) teníamos a La Niña. Cuando ese fenómeno está en el Caribe las lluvias son más frecuentes. La tendencia es que este año (agosto y septiembre) vamos a ver, aunque todavía no está definido, El Niño”, señaló.
De acuerdo a la Organización Meteorológica Mundial, El Niño es un fenómeno natural caracterizado por la fluctuación de las temperaturas del océano en la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial, asociada a cambios en la atmósfera.
La presencia de El Niño en el marco de la temporada ciclónica conllevaría menor actividad y menos ciclones o tormentas, responsables de la generación de lluvias significativas.
De acuerdo a lo explicado por la titular de la Onamet, de tener la presencia de El Niño en el Caribe “estaríamos observando un año no tan lluvioso como los tres anteriores y estaríamos más propensos a la sequía, producto de la situación”.
Ceballos sostuvo que La Niña se ha debilitado en los últimos meses y que actualmente la región se encuentra en un periodo neutro en el que ninguno de los dos fenómenos incide.
La sequía estacional
Anualmente, específicamente durante los meses de enero, febrero y marzo, la República Dominicana entra en un período conocido como sequía estacional, en el que la pluviometría se reduce de forma significativa. Según lo indicado por la funcionaria, la carencia de lluvias importantes en los meses previos a la sequía, noviembre y diciembre, ha llamado la atención de las autoridades.
“No hemos tenido en los meses de noviembre y diciembre la presencia de los sistemas frontales que generalmente son los que provocan lluvias en el litoral norte, noreste y en la vertiente norte de la Cordillera Central”, sostuvo Ceballos.
La directora de la Onamet indicó que la falta de incidencia de estos sistemas frontales está vinculado a un sistema de alta presión “que se ha mantenido prácticamente estacionario al norte nuestro y no ha dado oportunidad a que esos sistemas que vienen del norte, generen las lluvias que siempre se presentan en esos meses del año”.
La funcionaria recordó que enero, aunque tuvo algunas lluvias, no superó la media de las precipitaciones que generalmente ocurren en ese mes. Agregó que en febrero el déficit fue mucho mayor, en tanto que marzo, climatológicamente hablando, suele ser el mes más seco en la geografía nacional.
Fuente DL
