Opiniones

Desescalada y estabilidad emocional

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Por: Dr. Juan Belén

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Psicólogo – Conferencista internacional

De la misma manera que el mundo se avoca en estos momentos hacia una desescalada gradual en el campo económico y social, después de un inesperado confinamiento recomendado por organismos internacionales en materia de salud, es interesante que podamos hacer un abordaje desde el campo de la psicología, intentando algunas aproximaciones para conocer el calado que el mismo ha dejado como saldo en el campo de las emociones, cuyas estadísticas no ha sido medidas por los gobiernos locales y tampoco por la Organización Mundial de la Salud.

Las emociones hacen referencia a las alteraciones psicofisiológicas que sufrimos los seres humanos, como consecuencias de estímulos internos y externos, las emociones mismas, pueden ser de; tristeza, alegría, miedos, ansiedad, angustia o agresividad.

Hay un sin fin de emociones, pero es obvio que frente a eventos donde no tenemos el control de la misma, los estados emocionales son más susceptibles de explosiones y sobre todo cuando de enfermedades letales se trata.

Desde la alerta por parte de las autoridades de salud, con relación al tamaño de la letalidad del Covid-19, sumado a las informaciones internacionales, donde la escalada de contagios, correlacionadas con los rangos de fallecidos exponencialmente, sin lugar a dudas modificó nuestras emociones, obviamente, los embates ocurrieron de acuerdo a la fortaleza de la estructura de la personalidad de cada uno; el sistemático flujo de informaciones negativas en las redes sociales, invadieron y minaron nuestros sentimientos, elevando el estrés a su máximo nivel, generando, desde compra compulsivas, desorden alimenticios, ansiedad en grado preocupante, dificultades para dormir, “sensación de coronavirus”, pero solamente en la psiquis, parálisis de la acción, depresión entre otras hipocondrías.

Ahora bien, desinstalar las nuevas emociones con las que “Covidvimos” en los últimos días, será un proceso en desescalamiento por desensibilización sistemática, es decir, ir desde las altas alteraciones emociones que se nos incorporaron, hasta volver al punto neutro antes del Coronavirus, con la ventaja para el ser humano que tiene la capacidad de desmontar toda conducta aprendida, entendiendo obviamente que es más rápido instalar que desinstalar.

De la misma manera que muchos reestructurarán sus economías, otros asistirán al consultorio para retomar las dietas, muchos volverán al gimnasio para ponerse en forma, entre otros ajustes que serán necesarios, es fundamental que nos insertemos adecuadamente, en un proceso adaptativos natural, sacando lo mejor de nosotros, haciendo el mayor esfuerzo para que el saldo sea positivo y convertir trauma frustrante en experiencias positivas que nos hagan mejores seres humanos.

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