Puerto Plata.- En su condición de presidente del Instituto de Estudios Antillanistas General Gregorio Luperón, el general (r) Jorge Zorrilla Ozuna, tuvo el honor de dictar la conferencia “Los Ideales de Duarte”. Siendo invitado por el Grupo Antillanista Santo Domingo, de Puerto Plata.
A la actividad asistieron unos 100 educadores del Distrito Educativo 11-01, pertenecientes al área de Ciencias Sociales, del Ministerio de Educación. Todos los participantes tuvieron la oportunidad de intercambiar ideas y formular sus opiniones ante el expositor, quien es historiador y especialista en temas relacionados con Gregorio Luperón, Juan Pablo Duarte y demás héroes de nuestra Independencia Nacional.
El historiador y político dijo que siempre que se habla de Juan Pablo Duarte, hay que hablar también de Gregorio Luperón. Alegando que sería un irrespeto hablar de la historia de nuestra Independencia Nacional y dejar de lado al gran héroe Gregorio Luperón, oriundo de Puerto Plata.
Extracto de la Charla:
El pueblo dominicano nace sobre la base de la lucha, el esfuerzo y el sacrificio. Es importante resaltar que en 1822 llegó Jean-Pierre Boyer y se implantó por la fuerza en nuestra parte de la isla, la cual estaba dividida entre las partes Oeste y Este.
Nuestra parte Este de la Isla, cuando aún no éramos dominicanos, duró 22 largos años de lucha contra aquella oprobiosa dominación haitiana. Precisamente ese joven talentoso y visionario llamado Juan Pablo Duarte, habiendo tenido que salir por razones políticas a playas extranjeras, tiempo que aprovechó para prepararse en diversos campos de los conocimientos universales, le correspondió asumir la difícil tarea de encabezar nuestra lucha por lograr la Independencia Nacional.
Todos los pueblos tienen sus héroes independentistas, pero nosotros somos posiblemente la excepción en tal sentido, y es porque los dominicanos tenemos muchos líderes precursores de nuestra Independencia. Por eso, hablar de Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella, es lo mismo que hablar de Gregorio Luperón. Se trata de hablar de la Nacionalidad Dominicana.
Fue ese joven talentoso llamado Juan Pablo Duarte, quien a pesar de su corta edad, tuvo el honor y el valor de organizar esa sociedad secreta conocida como La Trinitaria: Plataforma política y organizativa creada con jóvenes de su generación y que compartían los mismos ideales libertarios.
Esos grandes hombres de nuestra historia, llamados Los Trinitarios, entendieron que era necesario unirse al sueño y trabajo de Juan Pablo Duarte para lograr nuestra gran meta social, política y revolucionaria: nuestra Independencia Nacional.
Esos hombres llamados por la Patria, el 16 de Julio de 1838, previo aviso que se hicieron mutuamente los nueve que debían constituir la Trinitaria, se reunieron en la casa de Juan Isidro Pérez, frente a la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, donde escucharon a Juan Pablo Duarte su plan maestro en pro de la separación y la independencia.
El 16 de enero de 1844 fue firmado un Manifiesto entre Trinitarios y Conservadores, ese convenio, como su fecha lo indica, fue concebido y redactado antes de la fundación de la República Dominicana. Es el Acta de Independencia de la Nación Dominicana, plataforma sobre la cual se fundó y se levantó la República. Sin 16 de enero no podíamos tener 27 de febrero. Todos esos pasos fueron dados basados en las estrategias de Juan Pablo Duarte y Diez.
Es a partir del 27 de febrero de 1844 que nosotros pasamos a llamarnos República Dominicana. Este acontecimiento histórico nunca ha sido reconocido ni lo será por vecinos de Haití, puesto que su Constitución dice que “la Isla es una e indivisible”. Razón por la cual los haitianos consideran que a ellos no solo le corresponde la parte Oeste de la Isla, sino la Isla completa.
Es lamentable que el 22 de agosto de 1844, La Junta Central Gubernativa, encabezada por el general Pedro Santana, declaró al patricio Juan Pablo Duarte y a un grupo de trinitarios traidores e infieles a la patria. Justamente, en el momento que se produjo la decisión, Juan Pablo Duarte, se encontraba escondido en Puerto Plata, luego de que fuera calificado de anarquista por el general Pedro Santana.
Muy a pesar de esas terribles medidas contra nuestros padres fundadores de la Patria, Juan Pablo Duarte vive y siempre vivirá en el corazón del pueblo dominicano. Nuestro Patricio siempre será recordado y reconocido como lo que fue a favor de nuestra Independencia y Soberanía Nacional.
Es por eso que ustedes maestros y docentes en sentido general, en sus aulas, frente a sus alumnos siempre deben tener presente el nombre de Juan Pablo Duarte, su vida y su obra a favor del pueblo dominicano.
Nuestro Patricio se entristeció al enterarse que el 18 de marzo de 1861 fue consumada la anexión a España. Con la consumación de este hecho la República Dominicana perdió su soberanía, convirtiéndose en una colonia española. Siendo su ideólogo y sustentador el general Pedro Santana, quien siempre tuvo el propósito de recibir beneficios personales o grupales a cambio del perjuicio nacional.
Es entonces cuando surgen ilustres dominicanos de la talla del general Gregorio Luperón, quien junto a otros insignes hijos de la Patria inician los trabajos para restaurar la nacionalidad mancillada. La Restauración del 18 de agosto de 1863, tenía justamente el propósito de devolver al pueblo dominicano la dignidad y el orgullo nacional que todos llevamos en nuestros corazones.
En esa Guerra Restauradora, independientemente del esfuerzo que hicieron los demás, siempre será recordado el nombre del general Gregorio Luperón. Este ilustre del sable y las estrategias militares fue reconocido por todos los generales de la época como el hombre que condujo un ejército en armas, aún en condiciones desiguales, para retomar nuestra independencia y libertad como nación.
Nuestro héroe Gregorio Luperón desafió a Buenaventura Báez en la guerra de los 6 años, de 1868-1974, momento en que Báez hizo intentos de anexarnos a los Estados Unidos. Luego logró comprar el periódico El Telégrafo, a través del cual se enfrentó a Buenaventura Báez.
Luperón, en su lucha en contra de Báez y su propósito anexionista, envió una carta histórica al presidente de entonces de EE.UU. general Ulises S. Grant, donde rechaza con gallardía los planes antinacionales existentes en ese momento.
Es por vía de Gregorio Luperón que el maestro Eugenio María de Hostos llegó a la República Dominicana por primera vez en el año 1875. En esa ocasión entró por Puerto Plata como parte de las relaciones que el patriota puertorriqueño, Dr. Ramón Emeterio Betances, sostenía con el héroe de la Restauración.
Es importante recalcar que cada vez que se habla de Juan Pablo Duarte y los trinitarios, se debe hablar de Gregorio Luperón y los líderes de la Restauración de la República Dominicana. Cada uno de ellos actuando en sus respectivas épocas hicieron su aporte a la nacionalidad e independencia dominicana.
Por: Mayor general (r) Jorge Zorrilla Ozuna
Presidente del Instituto de Estudios Antillanistas General Gregorio Luperón
