Por Santo García
No se necesita ser un experto en tránsito y/o en transporte, para emitir un juicio sobre el servicio que brindan a la población los vehículos de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses(OMSA), y los trenes del Metro de Santo Domingo.
Basta echar una miradita, para darse cuenta cómo se viola a toda hora el distanciamiento, y en ocasiones, hasta el uso de las mascarillas, hay personas que las llevan por debajo de la barbilla.
Las llamadas “Guaguas voladoras” les queda chiquita. Y lo peor del caso es que, el personal de servicio se hace de la vista gorda, y en muchos casos, son ellos mismos quienes promueven dicha violación.
Por el momento, me limitaré a hacer un llamado, tanto al Administrador General de la OMSA, como al del Metro de Santo Domingo, para que pongan fin a esta situación, que afecta la salud de los propios violadores, como a los usuarios que sí quieren observar un buen comportamiento.
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