Santo Domingo. – El miembro del Pleno de la Cámara de Cuentas, Mario Fernández, dijo que el problema de la entidad responsable de fiscalizar los recursos del Estado, estriba en que la ley les da facultades a unos para actuar, pero otros impiden que los trabajos puedan ser ejecutados; refiriéndose, sin dudas, a: Elsa Peña Catano, vicepresidenta; Tomasina Tolentino de Mckenzie, miembro secretaria y Elsa Peña Peña, miembro.
Mario Fernández, en su triste papel de defensor a capa y espada de Janel Ramírez, en cuanto a la acusación de “acoso laboral” por parte de dos abogadas servidoras del órgano fiscalizador, quienes divulgaron audios que expresan sugerencias “intimas” e “intimidatorias” por parte de Ramírez, las que nada tienen que ver con trabajos de auditorias ni de investigaciones especiales. Sobre todo, cuando se les invita a “cenar por ahí”.
Actuando como “el abogado del Diablo”, Fernández dijo que, esa acusación viene a partir del momento que ellos (los cinco miembros) estaban trabajando con unos expedientes acelerados a solicitud de la Procuraduría Especializada de Persecución a la Corrupción Administrativa (PEPCA).
Argumentó también que, de un audio de 45 minutos y 47 segundos, se realizó una edición o “montaje” para hacer creer que se trataba de una conversación privada, donde hay una seducción personal entre el jefe y la subalterna. Según nos narra el señor Fernández, su libreto nos hace refrescar la tristemente célebre historieta de “El Lobo y La Caperucita”.
Alegó, además, que, un llamado “sistema de impunidad”, del que no definió actores físicos específicos, se enteró de ese caso acusatorio y por algún mandato orquestó una estructura mediática para difamar al presidente de la Cámara de Cuentas, Janel Ramírez. Lo que atribuye se articuló desde dentro y fuera de la entidad, contando con la complicidad de tres miembros del Pleno, que supuestamente habrían filtrado las informaciones a ciertos medios.
Luciendo como un “expositor carabelita”, Fernández exhibió un comportamiento de “marcada torpeza” al responder las preguntas, típico de aquel que trata de “repetir una mentira hasta convertirla en verdad”. Aun cuando el escenario le fue preparado por las conductoras, pichándoselas suaves, para que este se explayara y luciera sus mejores cualidades de expositor o de abogado defensor del acusado por acoso; en realidad, Mario Fernández no pasó la prueba y sacó un cero en exposición de defensoría pública para personas vulnerables.
Un tanto asustado, como si supiera que le espera un juicio político que lo sacará del cargo en los próximos días, Mario Fernández, intentó justificar el hecho, alegando que, fruto del cúmulo de trabajos que tenían los miembros para esos días, en diciembre de 2021, ellos preparaban nueve investigaciones especiales, dentro de las cuales, según sus palabras, están algunos de los casos más sonados del país y que se están ventilando en la justicia dominicana.
Para esos días, afirma, se produjo un “acercamiento inusual” entre el acusado y las acusadoras. Pero que no había malas intensiones de parte de Janel hacia esas jóvenes abogadas. Solo eran palabras de trabajo que pudieron ser malinterpretadas por las damas.
Respecto a que, si con las declaraciones de Janel Ramírez afirmando que está violando la ley y que es un preso de confianza; pueda existir la posibilidad de que la población deje de creer en los resultados que salgan de esa Cámara de Cuantas. Este respondió, un poco titubeando y con un dejo de tristeza, que él es “un hombre de fe”. Que, si las auditorias se someten a una revisión de calidad, la sociedad puede confiar en tales resultados.
El miembro número cuatro de la Cámara de Cuentas, fue entrevistado en el programa “Esta noche Mariasela”, de Mariasela Álvarez, por Color Visión. Casi a manera de cierre, Mario Álvarez, dijo que, espera no haya “tantos prejuicios contra la Cámara de Cuentas” y que se pueda formar una comisión de trabajos para seguir adelante. Agregó que “es un hombre de fe y aspira a un entendimiento que beneficie al país”.
En otro orden, Mario dijo que el presidente de la CCRD gestionó un aumento en su partida presupuestaria y tienen guardados unos 700 millones de pesos hasta que le permitan a él y al presidente poder implementar los planes de modernización de la entidad fiscalizadora de los recursos financieros del Estado dominicano. Pero que para esos procesos no cuentan con el respaldo de las demás integrantes del Pleno de miembros.
Por la Redacción
