A raíz de la Ley 155-17 contra el Lavado de Activos y Financiamiento al Terrorismo, las entidades bancarias dominicanas se han visto en la obligación de implementar una serie de medidas para abrir un producto a un cliente y así eliminar las inseguridades que puedan generarse por sectores considerados de alto riesgo.
Por ejemplo, para que una persona abra una cuenta de ahorros en una entidad financiera dominicana del país tiene que cumplir requisitos que antes no eran pedidos, pero que a partir del primero de junio de 2017 son normas que están reguladas por la Superintendencia de Bancos (SIB).
Algunos se preguntarán molestos ¿por qué si voy a guardar de mi dinero, el banco me exige informarle de dónde salen esos recursos? Esto se debe al artículo 61 sobre la “prohibición de apertura de cuentas” de la referida ley que destaca que ningún sujeto obligado podrá abrir cuentas u ofrecer servicios a clientes con nombres falsos, ni cifrados, anónimos o por cualquier otra modalidad, que encubra la identidad del titular y del beneficiario final.
LISTÍN DIARIO conversó con un ejecutivo de negocios de una asociación que pidió no ser identificado, quien informó que debido a esta norma jurídica se piden documentos a los clientes para tener una constancia de la proveniencia de los fondos a ahorrar o invertir.
Abrir una cuenta de ahorros dependerá del nivel de riesgos que un usuario signifique para el banco, explicó el empleado de la organización bancaria. Esto es lo que se conoce como “De- Risking”, un concepto del que los banqueros están hablando mucho en los últimos meses debido a que es un proceso en el cual las instituciones financieras abandonan o reducen significativamente ciertas líneas de negocio para evitar riesgos regulatorios y de cumplimiento, según la Asociación de Supervisores Bancarios de las Américas (ASBA).
En la 52 Asamblea Anual de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban) que se celebró la semana pasada en Punta Cana, la secretaria ejecutiva adjunta del Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (Gafilat), Alejandra Quevedo, destacó que el De-risking puede aumentar el riesgo y opacidad en el sistema financiero global, resaltando que ante la terminación de relaciones comerciales las personas pueden volcarse hacia sectores informales o menos regulados. Además, citó el incremento de la exclusión financiera y el declive en servicios de corresponsalía y otros servicios financieros.
Evitar operaciones sospechosas El ejecutivo de negocios del banco consultado por este medio informó que si la persona que abrirá la cuenta de ahorros es un empleado público o privado tiene que contar con una carta de trabajo o los estados de cuenta “nominales” de los últimos tres meses donde se vea que quien le deposita es la empresa donde labora. Estos pueden ser descargados vía web.
Si el cliente tiene una empresa no declarada en la Dirección General de Impuesto Internos (DGII), como un salón, una peluquería o una tienda de ropa, necesita un comprobante que evidencie su actividad económica, es decir, facturas de los insumos que compra y de las que entrega a quienes utilizan sus servicios.
Si es una persona con una compañía constituida deberá presentar el acta de asamblea, nómina de socios, licencia comercial, la última declaración de impuestos y un comunicado explicando la actividad comercial que realiza.
Fuente:Listin Diario