Opiniones

Haiti y República Dominicana

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Por Lic. Fernando Nuñez

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Si bien es cierto que la población haitiana está haciendo, desde hace décadas, una invasión pacifica hacia nuestro país, no menos cierto es que ninguno de nuestros gobiernos hán enfrentado esta problemática de la manera más adecuada.

Esperar momentos definidos como este para ejercer leyes administrativas por encima de una desgracia como la que vive Haití no es un paso correcto, por la acción ejecutada en el momentum social que vive esa nación.

Los inmigrantes somos aprovechados por los gobiernos, en Estados Unidos, por citar un ejemplo, el inmigrante indocumentado no será legalizado, pero tampoco será expulsado o deportado ya que es un “mal” necesario por ser un activo en la producción al mantener por bajo costo mediante sus labores a miles de microempresas que pagan cash y que los empleadores explotan con los horarios y bajos pagos, todo eso los gobiernos lo sabe, pero se hacen los “chivos locos”, pues lo importante es el pago de los impuestos de esos negocios o empresas y lo que generan en el movimento de la economía local.

Ademas, por medio a medidas administrativas impulsadas por el USCIS y otros como el DMV, al anunciar ayudas disfrazadas como licencias de manejo para indocumentados, leyes como DACA y TPS y sus renovaciones, con ello son muchos los miles de millones de dólares que inyecta el gobierno americano a la economía de ese país contando con los ilegales.

Propia la comparación para nuestro país, lamento la historia que divide las dos naciones, razón para que existan un malo y un bueno, dependiendo de que lado usted viva; sin embargo, el gobierno dominicano sabe que la mano de obra haitiana es la pionera en el desarrollo urbano y rural en cuanto a construcciones y más aún en la agricultura, ganaderia y producción en general.

El dominicano sencillo no quiere trabajar, quiere inmigrar a otros países, el haitiano no consigue recursos para soñar con eso y no tiene otra frontera que no sea la nuestra.

Implementar medidas de esta manera y en estos momentos, para nosotros no son adecuadas, hay una distancia enorme entre proteger la frontera y negar servicios de salud y otros a seres humanos.

No soy pro Haiti, tampoco soy pro unión de la isla, soy más dominicano que usted que está leyendo; sin embargo, admito que he sido un haitiano en Estados Unidos, donde alguna vez tuve que ir buscando mejorías junto a mis padres, haciendo todo tipo de trabajo y pasando todas las penurias que cualquiera de esos de color, pero jamás, y a pesar de estar en un país fuerte y serio como Los Estados Unidos, jamás, Jamás nos negaron los servicios de salud y alimentación, aun siendo ilegales o indocumentados.

Lic. Fernando Nunez
Bachelor Legal Studies In Immigratión

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