Los socialistas españoles se abstienen para no entrar en contradicción con el Gobierno de Sánchez, partidario de no paralizar las ventas de armamento
El Parlamento Europeo ha aprobado este jueves, con 325 votos a favor, uno en contra y 19 abstenciones, una resolución de condena por el “presunto asesinato de Estado de Jamal Khashoggi”, el periodista crítico con el régimen de Arabia Saudí que murió el 2 de octubre en el consulado de Riad en Estambul. La votación estuvo a punto de descarrillar por una imprevista propuesta para aplazar la sesión hasta otro día. “Este Parlamento no se puede permitir no votar hoy la resolución sobre Khashoggi”, advirtió el vicepresidente del grupo Popular, Esteban González Pons.
La filibustera maniobra surgió en la recta final de una larga sesión de votaciones (de casi dos horas), en el momento en que se sometía a decisión una resolución sobre el escándalo de Facebook y Cambridge Analytics. El aplazamiento hubiera retrasado la condena del asesinato de Khashoggi y la exigencia de responsabilidades a Arabia Saudí. La eurodiputada Izaskun Bilbao (PNV) lamentó que el Parlamento diese “una imagen que no se merece la ciudadanía europea”. Finalmente, se reanudó el voto y la resolución salió adelante por abrumadora mayoría.
La resolución no vinculante presentada por siete grupos parlamentarios (populares, socialistas, conservadores euroescépticos, liberales, verdes, izquierda y euroescépticos), reclama una investigación internacional del crimen, una lista negra de denegación de visados y congelación de activos de los autores y cerebros del asesinato y un embargo en la venta de armas europeas a Riad.
El embargo de armas se ha convertido en el punto más polémico de la resolución y ha colocado en un compromiso a algunas delegaciones, como la de los socialistas españoles. Los eurodiputados del PSOE han secundado la propuesta general, pero se han abstenido en el punto concreto del embargo, para mantener la “coherencia con la posición manifestada por el presidente del Gobierno” [en contra de paralizar la venta], según han detallado en un comunicado. Los eurodiputados del Partido Popular también se abstuvieron en el punto sobre el embargo y respaldaron el resto.
La petición del Parlamento redobla la presión sobre los Gobiernos europeos, que hasta ahora no se han planteado una prohibición general de venta de armas al régimen saudí. Solo Alemania ha anunciado que se planteará denegar el permiso de exportación mientras no se aclare la desaparición de Khashoggi. Reino Unido y Francia, que son los dos principales proveedores de armas europeas, no han hecho amago de frenar las ventas. Y la alta representante de Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, en un comunicado conjunto con los ministros de Exteriores del G-7 (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y EE UU) se ha limitado a pedir que se haga justicia y que Arabia Saudí garantice que no volverá a ocurrir.
España solo cubre el 3% de las importaciones de Arabia Saudí. Y el mercado saudí apenas supuso el 6% de las ventas en 2017, con una facturación de 270 millones sobre un total de 4.347 millones, según datos de la Secretaría de Estado de Comercio.
“Por supuesto que las sanciones y dejar de vender a Arabia Saudí son siempre gestos políticos significativos, pero por esa vía no hemos conseguido parar la masacre en Yemen”, señaló la eurodiputada socialista Elena Valenciano durante el debate previo (celebrado el martes) a la votación de la resolución. Valenciano cree que “la respuesta verdaderamente eficaz consiste en restaurar la legitimidad y la fuerza del orden internacional frente a los abusos y las agresiones vengan de donde vengan”.
La resolución que impulsaba Valenciano junto a otros socialistas europeos apostaba por la presión política sobre Riad, para condenar a la monarquía autoritaria a un creciente asilamiento. El texto no planteaba el embargo de armas, pero proponía, por ejemplo, la expulsión inmediata del país del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, donde Arabia Saudí se sienta por segundo mandato consecutivo. El texto aprobado este jueves por el Parlamento se limita a cuestionar su continuidad y a “deplorar” que varios países europeos votaran a favor de la candidatura de Arabia Saudí al Consejo.
“Khashoggi es una más de las víctimas de esa monarquía medieval saudí”, señaló Valenciano. “Pero es la víctima que ha puesto en evidencia que lo que tiene que cambiar es el juego de tronos y tribus entre Arabia Saudí y los países occidentales”, añadió.
Las relaciones con el país del golfo Pérsico arrojan un importante superávit comercial a favor de la UE, de más de 11.000 millones de euros en 2017, según los datos de la Comisión Europea. En servicios, el superávit europeo alcanza los 10.000 milones. Y la inversión europea acumulada en el Reino del Desierto (25.500 millones de euros) también excede con creces el sentido inverso (8.800 millones de euros).
España, en cambio, soporta un abultado déficit comercial, como consecuencia de las importaciones de petróleo. En 2014, rozaba los 3.000 milones de euros, según datos de ICEX. En 2017 se redujo casi a la mitad, pero este año se espera que vuelva a subir como consecuencia del repunte del precio del crudo y de la menor capacidad de consumo de Arabia Saudí como consecuencia de su bache económico. El principal capítulo exportador español en 2017 fue materias primas y bienes de equipos (1.500 millones de euros), seguido de bienes de consumo (casi 400 millones) y agroalimentario (313 millones).
La inversión española en el reino asciende a 596 millones de euros, lo que coloca a ese país en el puesto 48º de la clasificación del capital español en el exterior.
BORRELL CREE CONFUSO EL PLAN DE ALEMANIA
El ministro español de Exteriores, Josep Borrell, ha restado este jueves trascendencia a la intención alemana de frenar la exportación de armas a Arabia Saudí hasta que se aclaren las turbias circunstancias de la muerte de Jamal Khashoggi. Borrell consideró que el anuncio se ha realizado “en términos bastante confusos” y ha dado a entender que la revisión de ventas no afecta a operaciones ya en marcha. “Alemania no tiene muchos contratos a la vista [con Riad], pero sí hay uno importante de barcos guardacostas al que las autoridades no tienen intención de renunciar”, aseguró Borrell en una comparecencia en el Senado. El ministro apoyó su afirmación en un encuentro que tuvo el miércoles en Madrid con el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, con el que trató este asunto. Tras la cita, Exteriores no tiene claro el alcance de la medida alemana (la canciller Angela Merkel señaló que las exportaciones no se pueden producir “en las circunstancias actuales”, sin precisar más). La postura española permanece invariable; consiste en exigir “que se aclaren las circunstancias de ese crimen”.
Fuente: El Pais.