Por: Dr. Juan Belén
Psicólogo – Conferencista internacional
La mayor manifestación de una vida austera la encontramos en el paso de Jesús por la tierra, quien a pesar de representar la esperanza de los judíos, puesto que muchos de ellos lo esperaban como un Salvador con poderes terrenales con ribetes políticos administrativos.
Deseosos ellos, de que rompiera con la estructura hegemónica dominante que imponía de manera férrea el imperio romano, sometiendo sin piedad a los judíos, no solamente con cargas impositivas más allá de sus posibilidades, sino también creando permanentemente tensión religiosas, arrogándose, incluso, el derecho de nombrar al sumo sacerdote, situación que desde el punto de vista socio-religioso y cultural, para los judíos era un oprobio.
En sus aspiraciones, legitima o no, el pueblo judío, anhelaban el establecimiento de un nuevo orden mundial, reemplazando al imperio romano, sin embargo, sus deseos chocaban con la visión y misión del mesías, obviamente, ellos en sus pretensiones ignoraban que la guerra de Jesús se iba a librar, pero no en el campo material.
Muchos se fueron alineando para ser parte de su “equipo político”, pensando que Jesús tenía la logística para declararle la guerra el poder determinante romano, pero la gran sorpresa se llevaron, cuando Jesús les dijo: “Las zorras tienen guaridas, las aves de los cielos tienen sus nidos; más, “el hijo del Hombre no tiene donde recostar su cabeza”, y en cierto modo le dice: “para lo que ustedes aspiran, no cuenten conmigo, porque mi compromiso es de una dimensión espiritual.
Una extraña manifestación de austeridad ocurrió una vez cuando Jesús fue a visitar a unos amigos a las afueras de Jerusalén, aprovechando su visita, los anfitriones le hicieron una cena en su honor, además, como cortesía, María, la hermana del resucitado Lázaro le lavó los pies a Jesús, con unos trecientos gramos de perfume de nardo puro, equivalente al salario del año de un trabajador, lo que Judas el Iscariote interpretó como un dispendio innecesario, o a lo mejor algunos de sus discípulos pensaban que el Maestro se había apartado de su originaria austeridad, rompiendo con su estilo de vida esencial; pero el colmo fue la infeliz y proterva manifestación de austeridad de Judas cuando comentó que, por qué mejor no se vendía el perfume para ayudar a los pobres?
Obviamente, Jesús sabia que Judas nunca mostró interés por los pobres, sino porque padecía de un trastorno de la conducta conocido hoy día como cleptomanía, además, no era honesto en el manejo de los fondos del grupo. Eso nos indica que el vivir en condiciones concursantes de austeridad no es una pose mediática, antes bien, es un estilo de vida que prevalece mucho antes de ocupar una responsabilidad administrativa.
Otro ejemplo clásico de austeridad, lo encontramos en el raro comportamiento del filósofo Diógenes de Sinope, quien decidió vivir en una tinaja y gustaba ir todos los días al mercado municipal, simplemente para ver lo que no necesitaba, y cuando descubrió que podía tomar agua con la manos, rompió su vasija; en una ocasión Alejandro Magno aprovechó su paso por Corinto y decidió ir a conocer el extravagante personaje, y al ver las condiciones en que vivía, le dijo que si lo podía ayudar en algo de él, a lo que Diógenes le respondió que lo único que le solicitaba era que se quitara del medio porque le estaba tapando el sol.
Un interesante caso actual de vida sencilla, lo representa el presidente Uruguayo Pepe Mujica, que cuando ocupó el solio presidencial en el 2010, prefirió quedarse en su vieja casa en las afueras de Montevideo, propiedad de su esposa, la distinguida Senadora Lucia Topolasnky, además, prefería llegar al Palacio de gobierno conduciendo su mismo Volkswagen del 1978, pero antes, siendo Senador, llegaba en una Vespa del 1962.
Otro personaje que ha hecho de la austeridad parte de su plataforma política es el gobernante de México, Andrés Manuel L. Obrador, quien después de varios intentos, llegó a la presidencia del país a finales de 2008, y de inmediato, dentro de las medidas de “Austeridad” le anunció a los mexicanos que no iba a utilizar el avión presidencial, un lujoso Boeing 787 personalizado para el presidente de turno, pero al no encontrar un comprador, se dice que finalmente decidió rifarlo a través de la Lotería Nacional, obviamente, quien se lo sacara en la lotería, también se llevaría un tremendo problema, por los altos costos operacionales.
Creo fielmente, que la austeridad es una excelente manera de vivir, el paso nuestro por esta vida es frugal, además, al final del túnel, “vanidad de vanidades, todo es vanidad”, como decía el sabio Salomón.
Sin embargo, nos formulamos varias preguntas ontológicas con relación a la actitud que asumen algunos políticos al llegar al poder; pudo Pepe Mujica elevar el nivel y la calidad de vida de los Uruguayos con su estilo de vida austero durante su mandato presidencial?
La puesta en venta de la aeronave ofertada por el presidente Obrador a su llegada al poder en el 2018, mejorará mínimamente las condiciones de vida de más de 126.2 millones de mexicanos?
Cambiará la vida de los munícipes de Santo Domingo Este, por la venta de la Jeepeta de trabajo asignada al Alcalde saliente, Alfredo Martínez?
Los munícipes de San Felipe de Puerto Plata atraerán más turistas por la venta de la Land Cruiser 2013, anunciada por su nuevo Alcalde?, en verdad tengo mis dudas.
Me identifico más con un estilo de vida cercano a la austeridad, que al apego enfermizo por las cosas materiales, y pienso que la austeridad es una excelente forma de vivir, y como filosofía de vida es buena esencialmente hablando, y debe ser una aspiración humana; pero de la misma manera que hay reales austeros, también se cuelan Iscariotes, cuyas manifestaciones públicas están distanciadas del sentimiento interno real, tal vez más cercanos a un “populismo mediático” y no a una real y transparente gobernanza”. Me parece entonces que en algunos casos, la enfermedad no está en la cama.
