En un experimento inspirado por ‘Black Mirror’, un actor cede su voluntad para comprobar si la inteligencia colectiva puede ganar a un algoritmo
La inteligencia artificial ya es capaz de conducir coches. Cuando se despliegue en las carreteras, es muy probable que conduzca con más seguridad que los humanos. Hace años, Niccolò Pescetelli, que hoy es investigador en el grupo de Cooperación Escalable del MIT Media Lab (Massachusetts Institute of Technology), hablaba de este asunto con su supervisor en el University College de Londres. Y le preguntó: “¿Qué pasaría si la inteligencia colectiva condujera el coche?”
Ahora está a punto de probar algo parecido. Un grupo de unos 10 investigadores del MIT, dirigidos por Pescetelli, trabaja desde mayo en un programa que permitirá a cientos de personas decidir las acciones de un humano. Será la noche de Halloween en la web beeme.online, que tiene el lema “¿Qué se siente al ser internet?” El juego está abierto a todos los usuarios que quieran participar. Un actor cederá su voluntad para derrotar a un monstruo dominado por inteligencia artificial. Los detalles se darán antes de empezar, pero la batalla está clara: inteligencia colectiva contra inteligencia artificial. ¿De qué serán capaces los humanos? La preparación del experimento ha costado unos 10.000 dólares.
El cinismo dice que lo primero que un grupo de humanos hará a otro humano es organizarse para reírse de él o hacerle travesuras (este juego del MIT no las permitirá): “A menudo la gente ha demostrado mentalidad de manada más que inteligencia, pero no es una razón para ser pesimistas”, dice Pescetelli. Su hipótesis es que la inteligencia colectiva quizá solo estaba mal organizada: “Tenemos que diseñar sistemas mejores, que permitan que nuestra inteligencia colectiva emerja y crezca. Si lo conseguimos, la recompensa será magnífica”.
El diseño del MIT permite dos rasgos que no se habían usado nunca antes en experimentos similares. Uno, votar las acciones será sencillo y en tiempo real. “Con la creación de un sistema como el de Reddit [o Meneáme], esperamos que la audiencia actúe como un solo cuerpo”, dice Pescetelli, “dándoles una narrativa y una misión que les servirá de objetivo”. La competitividad puede hacer que los resultados mejoren. Y la segunda novedad de BeeMe es que participarán cientos de personas a la vez. “Ampliar la cooperación en tiempo real más allá de unas docenas de personas ha sido tradicionalmente muy difícil”, explica Pescetelli.
Si todo esto suena a la distópica serie Black Mirror es porque ha sido una de las inspiraciones de Pescetelli. Cita en concreto el capítulo Odio nacional, donde cientos de personas votan a través de tuits a quién odian ese día con mensajes de “muérete”. Pero por un oscuro mecanismo que dejamos sin revelar, la profecía se cumple y esa persona odiada, muere. La macabra inteligencia colectiva tiene consecuencias. En ese capítulo de Black Mirror aparecen también abejas, como en el nombre del proyecto: “Bee”. El enjambre es capaz de más cosas, buenas o malas. Otro episodio de Black Mirror, Blanca Navidad, también tiene algo de BeeMe. Allí un hombre, ve y comenta la voluntad de otro a distancia.
La noche de Halloween añade un aire distópico y de terror al experimento. El juego empezará el miércoles 31 de octubre a las 11 de la noche, hora del este de Estados Unidos. Por el cambio horario, desde América Latina será más factible jugar. En España empezará a las 4 de la mañana. Los muy interesados no deben desesperar; si no quieren trasnochar, Pescetelli anuncia pronto un experimento similar basado en Londres, para europeos.
Pescetelli no sabe qué saldrá de ahí: quizá un artículo científico, quizá dejar la aplicación online para que haya más experimentos (“seguros”, eso sí). Está de momento todo concentrado en los resultados del miércoles noche.
Si los humanos son capaces de colaborar para bien en lugar de para hacer el tonto, la inteligencia colectiva puede tener usos aún desconocidos: “Colectivamente, sabemos más que cada individuo por sí solo. Somos más creativos, más eficaces. Muchos desafíos del futuro requerirán que todos trabajen juntos y con formas de cooperación sin precedentes”, dice Pescetelli. Quizá la noche de Halloween ofrezca alguna intuición.