Editorial

Primarias abiertas simultáneas: democráticas, participativas e incluyentes

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Por: Jesús -Belén- de la Cruz

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Director

A pesar de los múltiples escarceos mediáticos, de los aparentes gritos de guerra sin cuartel a lo interno de los partidos y de las constantes amenazas de que entraría el mar si se imponían las primarias abiertas; la sociedad política dominicana y sus múltiples instituciones comprometidas han decidido darle al país la oportunidad de acudir al próximo proceso electoral teniendo como método de selección de sus candidatos, a cargos presidenciales, senadores, diputados y alcaldes, a través de unas democráticas, participativas e incluyentes primarias abiertas simultáneas.

Las primarias abiertas simultáneas son procesos donde los votantes, (bases internas o simpatizantes externos), de los partidos en una jurisdicción, seleccionan a los candidatos y las candidatas que posteriormente se han de presentar en unas elecciones nacionales. En pocas palabras, es la forma más democrática que la ciudadanía puede pre-seleccionar los candidatos por los cuales desean votar en un proceso electoral posterior.  

Hasta ayer, las candidaturas a cargos electivos eran elegidas por los órganos internos de sus organizaciones o eran señalados “dedocraticamente” por las cúspides partidarias. Estos procesos eran causa permanente de choques frontales entre los respectivos precandidatos, además de ser caldo de cultivo para el transfuguismo político por parte de aquellos que eran derrotados en las contiendas internas y sacaban el expediente de la “traición” de sus compañeros, para justificar irse de candidatos por otros partidos.  

Los procesos anteriores de selección de candidatos, considerados como de primarias “semiabiertas”, donde los partidos cruzaban su padrón con el de la JCE, impedían a la población no militante a participar de la escogencia de los candidatos de sus preferencias. A partir de este momento, entramos a una  nueva era en la modalidad de selección de candidatos. ¡Enhorabuena y para beneficio de todo el país!

Muchos dirigentes altos y medios de los partidos mayoritarios se han pronunciado en contra de las primarias abiertas simultáneas, por considerar que les han quitado sus derechos ganados por años, y que sus posiciones de presidentes zonales o de intermedios no tienen ya razón de ser, puesto que han sido sustituidos como generales de tropas y que ahora tendrán el mismo o menor valor que un dirigente comunitario que lidere un proyecto político-social de su jurisdicción.

Se sabe de casos donde  los llamados “cuadros políticos” de los partidos hacían grandes negocios en cada proceso interno, vendiendo al mejor postor, como “carne por libra”, la militancia bajo su dirección. Era común escuchar en distintos sectores del país la frase: “yo controlo 500 votos, es mi trabajo acumulado y eso tiene su precio”. Indudablemente que esta cultura clientelista en nuestra política doméstica pasa a ser parte de los archivos negros de un pasado que rindió culto al atraso, la poca transparencia y la corrupción política.

Históricamente recordamos las fratricidas luchas internas de los partidos, donde los dirigentes y precandidatos se debatían por posiciones a cargos electivos de todas las nominaciones, dejando saldos de muertos y heridos innumerables, además de abrir heridas de difícil cicatrización por los siglos de los siglos.

Esos enfrentamientos cíclicos han sido la razón fundamental por la que el otrora “glorioso” y “todopoderoso” Partido Revolucionario Dominicano (PRD) haya sido  víctima de las luchas grupales, como si hubiera sido una organización predestinada al fracaso debido a estas luchas intestinas. Ni el propio José Francisco Peña Gómez, en su época del gran líder del partido del “jacho blanco”, pudo contener estas hordas desbordadas por las ambiciones personales para obtener la nominación a una candidatura a cargos electivos.

El propio gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ha estado salpicado de estas guerras internas para la escogencia de candidatos a ocupar cargos, a través de sus procesos internos. Estas luchas a lo interno del PLD han estado matizadas por las diferencias marcadas entre los liderazgos que representan allí el sector que sigue al expresidente Leonel Fernández y al actual presidente de la República, Danilo Medina. Es tiempo ya de pasar a otra página del libro sobre las buenas prácticas en materia de procesos electorales.

El artículo 216 de la Constitución del 2010 establece de forma clara que “la organización de los partidos es libre… su conformación y funcionamiento deben sustentarse en el respecto de la democracia interna y a la transparencia, de conformidad con la ley”. De manera que se deja claro que la celebración de primarias abiertas simultáneas con el padrón de la JCE, le agrega transparencia, participación, inclusión y respeto a la democracia interna de los partidos políticos.

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Espere nuestra próxima encuesta de Gobernanzas Digital.

  • Abel Martínez (PLD) (44%, 298 Votes)
  • Luis Abinader (PRM) (35%, 237 Votes)
  • Leonel Fernández (FP) (21%, 138 Votes)

Total Votos: 673

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1 Comment
  1. Andrés García 5 años ago

    Felicidades por este comentario, es la nueva era que trae consigo la oportunidad de que el pueblo elija a las personas que por sus trabajos sociales, comunitarios sean reconocido con respeto. Buen articulo.

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