Por: Jesús -Belén- de la Cruz
Director
Un nuevo fantasma recorre el mundo, solo que ahora no se trata del fantasma del comunismo, sino el de las redes sociales. Los muy famosos influyentes cibernautas se apoderan de las grandes audiencias de niños, jóvenes y adultos. Razón por la cual, los lideres tradicionales de las organizaciones políticas, conscientes del papel que estos juegan, prefieren ser sus aliados, contar con su apoyo y no enfrentarlos en términos de sus cuestionadas carencias de valores.
Estos llamados influencers (instagramers, youtuber y tuiteros) están tomando el control de las sociedades a nivel global. Con su presencia permanente en los medios a su alcance, parecen sustituir a los líderes de los partidos políticos, a los padres y a los maestros. Estos se muestran desafiantes y rebeldes respecto a las normas y modales. Es como si trataran de establecer sus propios códigos de conducta.
Importantes medios de comunicación nacional e internacional presentan serios retos con estos influenciadores de las redes sociales. Empresas estructuradas se han ido a la quiebra por la incorporación visionaria de estos estrategas creativos. Nayib Bukele llegó a la presidencia del El Salvador, dando de lado a los medios tradicionales y utilizando las redes sociales como su plataforma oficial de comunicación.
Para muchos, verter ensaladas de palabras con o sin fundamentos, difundir contenidos vulgares, viralizar chistes y bromas, inventar noticias y en ocasiones promover la falta de valores, se ha convertido en una muy lucrativa profesión. Lo cierto es que ellos son una realidad.
Otros, inteligentes creativos, hacedores de opinión pública, se están convirtiendo en los dueños de las grandes masas de cibernautas y hasta son contratados como figuras representativas de grandes marcas internacionales.
Al parecer, los “clicks” y los “like” han venido a sustituir los disparos del fusil, las grandes estructuras organizacionales y hasta los miembros de las células partidarias. Estas legiones de manejadores de las redes sociales pudieran estar desplazando a importantes fuerzas laborales en todo el mundo. Los tiempos cambian y debemos producir el necesario crossover para ponernos a la altura de los momentos actuales.
Causó mucha sorpresa el pasado domingo cuando, a través de las redes sociales nos enteramos de que Aquiles Correa, Santiago Matías “Alofoke” y Bolívar Valera “El Boli”, inscribieron sus precandidaturas a diputados por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en distintas demarcaciones del gran Santo Domingo. Se rumora que Joel López y Brea Frank también lo harían en cualquier momento.
Los partidos políticos conocen la gran influencia que ejercen estos opinadores sobre un segmento social importante y que muchos de ellos no tienen militancia política. La actual generación dedica más tiempo a las redes sociales que a los temas fundamentales de la agenda social y política. Ahora los muy jóvenes y los menos jóvenes tienen nuevos líderes. Estamos viviendo un total cambio de paradigma social en todo el globo terráqueo.
Esos influencers de la generación “Z” mantienen gran dominio sobre los jóvenes hasta los 21 años. Ese segmento poblacional, que ahora son primeros votantes, cobra una gran importancia para los partidos políticos que, basados en tradicionales estructuras orgánicas y disciplinarias, no saben cómo llegarles a estos jóvenes que se interesan poco por la política organizada, las reuniones formales, los programas de gobierno, las líneas programáticas y los estatutos partidarios.
Roberto Salcedo, exalcalde del Distrito Nacional y ahora aspirante a senador por la misma demarcación; al igual que la diputada y aspirante a la alcaldía por SDE, Karen Ricardo, aparecieron como los mentores de estos nuevos aspirantes. Lo que parece indicar que estas iniciativas constituyen parte de alguna estrategia del actual gobernante, Danilo Medina, ya que en varias ocasiones estos han sido recibidos en el Palacio Nacional por el mandatario.
Bolívar Valera “El Boli” tiene un millón de seguidores en Instagram y una cantidad de oyentes transitorios por su participación en un espacio radial. Santiago Matías “Alofoke”, tiene una legión de 635 mil seguidores, al tiempo que también posee una influencia radial y en los barrios capitalinos lo ven como un ejemplo a seguir, ya que se ha destacado como productor musical y ha llevado al éxito a varios artistas urbanos.
Brea Frank, presentador y productor radial que ha logrado destacarse en la comunidad latina en Estados Unidos, tiene en su cuenta 937 mil seguidores. Aquiles Correa, actor de comedia y comunicador, por su lado, registra 435 mil seguidores. Joel López, presentador y productor de televisión, muestra un registro de 367 mil. Todos reunidos, aun con el cruce que se pueda dar y que rompa la simple suma matemática, representan un público objetivo bastante codiciado para la captación de votos.
Son muchas las sorpresas que se pueden presentar con la incorporación a la actividad política de estos jóvenes destacados en los ambientes faranduleros. Se trata de asumir los riesgos perdidas-beneficios. Sin embargo, si la estrategia es bien elaborada y concebida como operación sumatoria, se puede definir como un excelente paso de parte de los orquestadores del plan político operativo. A nivel político se necesitan grandes cantidades de votantes que ayuden a ganar procesos electorales.
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