Editorial

Los nuevos alcaldes y sus compromisos con la buena gobernanza

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Por: Jesús -Belén- de la Cruz

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Director

En los próximos días seremos escenario de una gran fiesta democrática donde escogeremos nuestras autoridades municipales. En pocos meses serán juramentados 158 alcaldes y alcaldesas, así como 235 directores de distritos municipales. Muchos serán nuevos en sus funciones y otros repetirán sus mandatos. Los munícipes serán los jueces electores que darán sus votos de castigo o sus certificados de reconocimiento por las buenas prácticas en sus gestiones municipales.

Tomando en cuenta que las alcaldías son gobiernos locales de aproximación con los munícipes, es preciso demandar que los nuevos incumbentes sean actores empoderados capaces de ejercer su poder sobre los ciudadanos apegados a la gobernanza efectiva, la transparencia administrativa y las buenas prácticas en el ejercicio de sus funciones al servicio de la comunidad.

Cada día se hace más necesario que los alcaldes y alcaldesas procuren que sus territorios obtengan autonomías financieras para que sus municipios puedan recibir los servicios que demandan, acorde con sus necesidades locales. Pero de igual manera, los munícipes deben velar porque sus autoridades hagan buen uso de los recursos adquiridos mediante los arbitrios, de manera que estos vayan dirigidos a la solución de sus problemáticas fundamentales.

El cumplimiento de sus deberes por parte de las autoridades municipales les permite a los actores al frente de cada gobierno local fortalecer su legitimidad y efectividad. Los tiempos de las aldeas, así como de los feudos personales, cada día se van quedando atrás, y con el empoderamiento de la ciudadanía a través del Control Social, se requiere de una administración basada en la transparencia, en la equidad y en la aplicación del presupuesto participativo en cada alcaldía.

La sociedad reclama la puesta en funcionamiento de procesos administrativos, por parte de los alcaldes y alcaldesas, que vengan a fortalecer la democracia y el desarrollo de las comunidades. En tanto que ciudadanos de una gran aldea global, ya cada alcaldía y directorio municipal es parte integral de un colectivo universal que da seguimiento a sus acciones, y demanda de la aplicación de buenas prácticas en sus gestiones financieras y administrativas.

La corrupción se lleva el 5% del PIB mundial, según el reporte de Economía y Desarrollo 2019, partiendo de la encuesta CAF 2018 sobre el tema de la corrupción. En nuestro país la Cámara de Cuentas de la República Dominicana (CCRD) tiene la responsabilidad, según le confiere la ley 10-04 que la crea, de velar por el buen cumplimiento de las ejecuciones presupuestarias y la rendición de cuentas de manera permanentes en cada alcaldía, así como de sus respectivas autoridades.

La Federación Dominicana de Municipios (Fedomu), la Federación Dominicana de Distritos Municipales (Fedodim) y la Liga Municipal Dominicana (LMD) tienen la misión de defender la autonomía política, administrativa y financiera de los gobiernos locales, contribuyendo a que los mismos gestionen sus territorios procurando el desarrollo municipal, humano y sostenible. De manera que, las próximas autoridades municipales deben saber que están ante la fiscalización institucional y del ojo ciudadano con su auditoria visual.

La sociedad reclama una identificación de los alcaldes y alcaldesas con los principios de la buena gobernanza. Es preciso procurar autonomía financiera para los gobiernos locales, pero también se hace imperioso que el manejo de los fondos recibidos por cada alcaldía sea ejecutado conforme a las reales necesidades de sus territorios. Los presupuestos administrados por los ayuntamientos deben dejar de ser una gran caja chica de los alcaldes.

Dando una mirada al mundo, podemos observar como en varios países se ha logrado que los gobiernos municipales tengan autonomía de los recursos económicos generados por su demarcación. De igual manera, es justo señalar que también muchos alcaldes han terminado en cárceles cumpliendo condenas por hechos de corrupción y por el mal manejo de los fondos públicos administrados.

Las buenas prácticas y la gobernanza efectiva deben ser la carta de presentación de cada gobierno local. Junto con la mejora de los ingresos recibidos por parte de los munícipes, los alcaldes y directores municipales están llamados a poner en funcionamiento una verdadera política de género, eficiencia en los servicios brindados, transparencia y rendición de cuentas, compromiso cívico y ciudadano, fortalecer el tema de la seguridad y poner en práctica el presupuesto participativo

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Espere nuestra próxima encuesta de Gobernanzas Digital.

  • Abel Martínez (PLD) (44%, 298 Votes)
  • Luis Abinader (PRM) (35%, 237 Votes)
  • Leonel Fernández (FP) (21%, 138 Votes)

Total Votos: 673

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