Por Albert Sigmund
Analista político
Ahora resulta que quienes se jactaban de sus relaciones con el Gobierno de los Estados Unidos de América y utilizaban ese presunto vínculo como una garantia de que asumirían el poder el próximo 16 de agosto, ahora resulta que tienen en sus filas personajes siniestros que atentan contra la economía y la salud de quienes alegan son sus protectores.
En los últimos días, ha salido a la luz pública que destacados miembros del Partido Revolucionario Moderno son igualmente destacados miembros de organizaciones mafiosas que se dedican al narcotráfico y lavado de activos.
Cabe preguntar, también, cuál sería el rol de esos inescrupulosos y entusiastas activistas del perremeismo en el eventual caso de que se cumpliera la afirmación que con carácter profético hacen las más altas instancias de ese partido de que asumirán las riendas de la República Dominicana a partir del próximo 16 de agosto?
¿Qué dirá el propio presidente Donald Trump, con su locuacidad acostumbrada, sobre tan contundente realidad?
Y algunos de ellos no son simples miembros del partido opositor que pretende convencer al electorado de que las elecciones del 5 de julio son un mero requisito para validar el triunfo que aseguran ya haber obtenido.
Los ya vinculados a graves actividades ilicitas y otros que desde hace mucho suenan como integrantes de ese mismo grupo, hacen ostentación de propiedades dignas de cualquier jeque o emperador de la antigüedad, salvando la usanza de las épocas, e igualmente alardean de sus relaciones al más alto nivel de los propulsores de la nueva moral.
Estarán de acuerdo mister Mike Pompeo y los integrantes del Departamento de Estado y de otras altas instancias de poder de los Estados Unidos de América con que muchos de los que se ufanan de ser sus aliados y protegidos, llenen de drogas su país y cometan variadas atrocidades contra la economía y la salud de sus jóvenes?
Entre ellos hay algunos altos dirigentes del partido, con importantes responsabilidades en la campaña electoral y vínculos cercanos a destacados candidatos perremeistas, incluyendo al aspirante a la primera magistratura de la nación.
Habrá que ver si quienes enarbolan la consigna del cambio, que no poseen, ni personal ni profesionalmente, aval para hacer pensar que son capaces de llevar a cabo las transformaciones que requiere el país en una encrucijada tan difícil como la actual, aun conservan el favor de quienes mencionan como sus padrinos del imperio.
¿Qué dirá el propio presidente Donald Trump, con su locuacidad acostumbrada, sobre tan contundente realidad?
Estarán de acuerdo mister Mike Pompeo y los integrantes del Departamento de Estado y de otras altas instancias de poder de los Estados Unidos de América con que muchos de los que se usaban de ser sus aliados y protegidos, llenen de drogas su país y cometan variadas atrocidades contra la economía y la salud de sus jóvenes?
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