Por: Prof. Fernando Mangual
Pte. Fundación de Desarrollo Estratégico Dominicano (FDED), Exconsultor de la CEPAL
La aparente libertad de mercado, ha otorgado importantes ventajas a las importaciones, principalmente en alimentos, discriminando la Producción Nacional y sus efectos positivos en la sociedad.
Las secuelas negativas del Covid-19 están agravando la muy delicada situación, por lo cual el nuevo gobierno tendrá que retomar las olvidadas facultades planificadoras formulando e implementando un Programa Social de Emergencia en las vertientes salud y economía que deberá poner máxima atención a la: producción de alimentos, agua potable, residencias de bajo costos y caminos vecinales.
Para lograr estos propósitos los sectores a importantizar deberán ser: agropecuario, agroindustrial, vivienda, comercial y transporte de mercancías.
El país dispone de suficientes recursos para lograr esos propósitos: tierras fértiles, abundancia agua, medianas y pequeñas empresas, empresas de propiedad personal, profesionales y técnicos especializados, trabajadores, venta de la producción garantizada por un gran consumo obligatorio.
Este proceso productivo necesita mejorar el uso de la tecnología en la capacitación de la administración de proyectos y en los métodos productivos; en el aspecto distributivo, hay que pensar en un sistema colectivo.
El gobierno realizará un ordenamiento en el sector público, en el cual, para lograr una formulación eficaz de este Programa de Emergencia deberá diseñar un gabinete agropecuario-industrial- comercial que aglutine representantes de las entidades públicas y las principales privadas actores de este proceso.
También será conveniente que el Programa se formule por cuencas hidrográficas o regiones como postula la constitución y que el congreso apruebe el código de aguas como aporte esencial a este ordenamiento del sector público.
En mi opinión la causa principal de los problemas que afectan al país, es la desobediencia a la constitución y las leyes. En esta oportunidad el nuevo gobierno debe iniciar su gestión evitando el irrespeto del pasado. Este Programa Social de Emergencia, además de poseer los recursos naturales y humanos, también dispone de recursos jurídicos.
En una Emergencia Nacional el gobierno no puede estudiar tiene que actuar, pero debe legitimar sus acciones fundamentándose en el artículo 196 de la Constitución que establece el esquema regional como Modelo Económico a poner en vigencia, garantizando en todo el país:
1- Seguridad Alimentaria. 2- Alta Generación de Empleos. 3- Aumento en Calidad, Cobertura de los Servicios Salud y Economía Sustentable. 4- Mejoría en la Distribución del Ingreso. 5- Entradas de Ingresos en Monedas Fuertes.
Es conveniente indicar que este Programa Social de Emergencia, en una primera etapa, sea formulado y ejecutado exclusivamente por el Poder Ejecutivo. Transcurrida la Emergencia, en una segunda etapa el Poder Ejecutivo deberá formular un Plan de Desarrollo que tome como referentes el Acuerdo en ejecución con EEUU y Centro América, DR-CAFTA y los lineamientos sobre Desarrollo que expone la Constitución, entre los cuales, asigna funciones específicas a todos los Poderes del Estado. Este plan deberá ser sometido, en busca del consenso a los principales actores de la Sociedad Dominicana.
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