Por Rosa Elvira Castro
La tecnología avanza y va introduciéndose cada vez más en nuestra vida diaria. La Internet, las redes sociales, la conectividad y los dispositivos móviles nos llevan a un mundo cada vez más conectado, lo que ha generado un importante cambio en nuestra forma de relacionarnos y de comunicarnos.
La tecnología, de una manera similar amplia, es como “un medio para desempeñar un propósito humano” (Arthur, 2018).
Hoy en día, existen muchos recursos tecnológicos que permiten la creación en múltiples ámbitos como el artístico, académico, musical, entre otros. gracias a los avances de la tecnología, cada vez son más accesibles, lo cual ayuda a estimular la creatividad y fomentar nuevos espacios y formatos de creación.
Sin lugar a duda, el siglo XXI es la era digital por excelencia, pero con una sobreexposición de pantallas digitales cada vez más intensa, nos hemos convertido en una sociedad conectada y las consecuencias de vivir en esta digitalización causan efectos a nuestra salud visual. Permanecer por largos periodos frente a los dispositivos tecnológicos como: smartphones, tables, computadores, televisores, entre otros, tiene consecuencia que se reflejan en nuestros ojos.
En los últimos años se ha producido un aumento de casos de personas que sufren conjuntivitis, miopía y ojos secos por un uso excesivo de dispositivos tecnológicos. Este tipo de herramientas obligan a realizar un esfuerzo visual mayor frente a la luz que procede de la pantalla.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los problemas de refracción son trastornos oculares muy comunes, en los que el ojo no puede enfocar claramente las imágenes; que a veces resulta tan grave que causa discapacidad visual.
El licenciado en optometría, Luis Fernando Barbas Gallarda, aborda el tema sobre los efectos oculares por el uso de los dispositivos electrónicos en niños y jóvenes. El experto en refracción visual recomienda evitar una distancia corta de las pantallas, cuidar la brillantez de estas, utilizar luz ambiental y poner en práctica el método de mirar por la ventana veinte segundos por cada 20 minutos en frente de la pantalla, para prevenir efectos negativos en la visión y en el resto del cuerpo.
Particularmente, se recomienda también utilizar lentes con filtro o indicados por un especialista. También consumir alimentos ricos en zinc, estos fortalecen la vista ante los posibles daños provocados por la luz azul.
Fuente: Rosa Elvira Castro es Magister en Gestión de la Tecnología Educativa.
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