Por: Lic. Edward Céspedes
Master Gestión Tecnología Educativa
Ante los retos que se plantean a los sistemas educativos y sus líderes, nos hacemos la siguiente interrogante: ¿Nos estamos preparando para empoderarnos y afrontar los cambios a nivel educativo que nos plantea la nueva realidad mundial?
Responder a esta interrogante nos pondrá en el carril de adentro para ofrecer las soluciones que demanda el momento actual.
En este tan importante tema, la directora de estrategia de mercadotecnia de Intel Education, PhD Eileen M. Lento, nos dice lo siguiente: “En todo el mundo las tecnologías digitales están demostrando su habilidad para apoyar a todos los maestros en su misión de formar las siguientes generaciones de por vida, innovadores y ciudadanos globales.
Con buenos fundamentos tecnológicos y el apoyo adecuado, los maestros reciben herramientas potentes para profundizar, acelerar y mejorar el aprendizaje”. Es así pues que los estudiantes pueden investigar, crear, comunicar y colaborar de formas que estos son preparados para estar listos y enfrentar con éxitos los retos que les depara el presente y el futuro.
En lo que respecta a una educación siglo XXI, la cual nos sirva para el aprovechamiento académico y que además nos lleve al desarrollo económico, el director suplente de Educación y destrezas, quien es además asesor especial sobre normas educativas del Secretario General de la Organización para el desarrollo económico y la oportunidad OCDE, Andrea Schleicher, nos dice lo siguiente: “es absolutamente indispensable atraer a buenos maestros, apoyar y estimular su profesionalismo, continuar invirtiendo en ellos y ajustar la evaluación y las recompensas para respaldar la innovación en la enseñanza”.
En un mundo cada vez más interconectado, globalizado, que está creando de igual manera una ciudadanía globalizada, que cambia de manera vertiginosa, entendemos que la educación debe cambiar para preparar a ciudadanos cada vez más autocríticos, empoderados de sus propios desarrollos de modo que puedan afrontar los retos del presente y los que les depara el futuro.
“En este nuevo modelo de economía global, ya no se paga a las personas por lo que sabe o cuanto sabe, sino, por lo que puede hacer con todo lo que sabe”. Esto nos lleva a la educación por competencias, pero una educación actualizada, mediada por las nuevas tecnologías.
Todo lo anterior requiere que los jóvenes puedan utilizar de forma creativa todo lo que saben y poder exportarlo a otros contextos, otras realidades. Ello incluye lo que es el pensamiento crítico, la creatividad, solución de problemas, colaboración en equipo.
Remontándonos hasta el año 2000, desde el programa para la evaluación de estudiantes internacionales (PISA), ya hemos avanzado bastante, no obstante, no es suficiente debido a la velocidad del conocimiento hoy día. “Este avance se debe principalmente, a que las naciones prósperas y los sistemas educativos exitosos, establecen expectativas altas para todos los estudiantes”.
Para estar a la altura del logro de estos avances antes mencionado, hace falta lo siguiente: un entorno de aprendizaje muy diferente, el tipo de organización del trabajo educativo muy diferente, así como categorías de maestros muy diferentes. Esto implica recursos humanos empoderados, capacitados continuamente.
En este aspecto, la tecnología debe de jugar un rol estelar en el proceso, a fin de que se den cambios integrales. Queremos significar a este punto que, la tecnología nos permite adquirir nuevas competencias, necesarias, las cuales nos permitirán hacer las transformaciones requeridas para este tiempo. Estos cambios no ocurren en un aula tradicional, pero si necesariamente tienen que pasar por los maestros, en donde la tecnología ayuda enormemente, pero no pueden sustituir a los mismos.
En lo que respecta a las economías globalizadas como están hoy en día, y que dichos procesos se profundizan cada día más, las consecuencias que implican no avanzar en todos los órdenes, en especial el orden educativo, son cada vez mayores.
Es tiempo pues, de ponernos manos a la obra, utilizar nuestros mejores recursos humanos, gestionar y ejecutar los cambios requeridos en nuestros sistemas educativos, a fin de seguir avanzando, seguir siendo exitosos y lograr cada vez más el desarrollo de nuestras naciones.
