Por: Licda. Lourdes Gómez
Abogada – Master en Derecho Civil
La celebración de este 1ro de mayo, Día del Trabajo, se ve empañado por la inactividad de la mayoría de las empresas dominicanas, debido a la pandemia del Coronavirus y las medidas tomadas por el Poder Ejecutivo para evitar una propagación mayor del virus letal.
El Día Internacional del Trabajo o de los Trabajadores se celebró por primera vez el Primero de Mayo de 1889 en París. Esta conmemoración es una jornada reivindicativa que tiene su origen en los homenajes a los Mártires de Chicago, asesinados en Estados Unidos durante una huelga que se celebró el 1 de mayo de 1886.
HISTORIA
Los hechos que dieron lugar a esta celebración están contextualizados en los albores de la Revolución Industrial en los Estados Unidos. A fines del siglo XIX Chicago era la segunda ciudad en número de habitantes de EE. UU. Del oeste y del sudeste llegaban cada año por ferrocarril miles de ganaderos desocupados, creando las primeras villas humildes que albergaban a cientos de miles de trabajadores.
Es preciso establecer, además, que estos centros urbanos acogieron a cantidades importantes de emigrantes llegados de todo el mundo a lo largo del siglo XIX.
Una de las reivindicaciones básicas de los trabajadores era la jornada laboral de ocho horas. En esta lucha social y económica, como objetivos prioritarios estaba el hacer valer la máxima de: “8 horas de trabajo, 8 horas de ocio y 8 horas de descanso”, propuesta que muchos llamaron el plan triple ocho.
En este contexto se produjeron varios movimientos; en 1829 se formó un movimiento para solicitar a la legislatura de Nueva York la jornada de ocho horas de trabajo. Anteriormente existía una ley que prohibía trabajar más de 18 horas, “salvo caso de necesidad”.
Si no había tal necesidad, cualquier funcionario de una compañía de ferrocarril que hubiese obligado a un maquinista o fogonero a trabajar jornadas de 18 horas diarias debía pagar una multa de 25 dólares.
Es una jornada que se ha utilizado habitualmente para realizar diferentes reivindicaciones sociales y laborales a favor de las clases trabajadoras de la cual no escapa nuestro país; con una ley laboral que data de 1992, diversos juristas han manifestado la necesidad de adecuar el Código Laboral a la realidad actual dominicana, tema que deberá ser abordado en otra entrega.
El Código de Trabajo de la República Dominicana es un documento por el que se rige la ley laboral dominicana, creado bajo la ley 16-92, promulgada el 26 de mayo de 1992.
Este código tiene por objeto fundamental, regular los derechos y obligaciones de empleados y empleadores, y proveer los medios, conciliar sus respectivos intereses y definir el contrato de trabajo, aquel por el cual una persona se obliga mediante una retribución, a prestar un servicio personal a otra, bajo la dependencia y dirección inmediata o delegada de ésta.
El Ministerio de Trabajo es el organismo encargado de regir las relaciones de trabajo del sector privado y organismos oficiales autónomos.
Constituye un reto para el sector empleador-trabajador, laborar bajo las actuales circunstancias debido al covid-19, unos porque han sido suspendidos y han visto cerrar sus lugares de trabajo y otros porque han tenido que adoptar el teletrabajo.
Esto es, sin lugar a dudas, un desafío para las empresas que en estos momentos pueden ver afectada su rentabilidad; Se requiere de la comunión de todos para superar esta etapa, que las labores productivas puedan volver a desarrollarse y que las empresas que se vieron afectadas, al igual que los empleados que en estos momentos no visualizan un futuro prometedor, puedan recuperar el espacio hasta el momento alcanzado.
La vida laboral será sin lugar a dudas un antes y después del covid-19, sacando lo mejor de sí de cada uno y sobre todo modificar la manera en que un empleado es medido en su área de trabajo, siendo lo ideal por resultados y no por el cumplimiento de un horario.
