Las regiones del norte de Italia evalúan hoy los numerosos daños materiales provocados por el temporal de lluvia y viento registrado en la zona y que ha causado la muerte de 12 personas.
En el norte de Italia hoy no lloverá y luce el sol después de dos días de precipitaciones torrenciales y fuertes vientos que han causado enormes destrozos sobre todo en la región de Liguria (noroeste) y del Veneto (nororeste).
En estas últimas 48 horas cerca 5.800 bomberos han intervenido en unas 7.000 urgencias por inundaciones, corrimientos de tierra y árboles caídos en las regiones de Toscana, Lacio, Veneto, Lombardia, Friuli Venezia Giulia y Liguria, según informó el Ministerio de Interior.
En la región de Liguria, donde 20.000 personas quedaron sin energía eléctrica, se reabrió ayer por la tarde el aeropuerto de Génova.
Enormes destrozos se pueden ver en la turística localidad de Portofino, que se quedó aislada por un deslizamiento de tierra que bloqueó la carretera de acceso.
El puerto de la próxima Rapallo está destrozado, con cerca 200 embarcaciones, entre ellas una decena de yates, que se estrellaron contra la escollera del paseo marítimo.
“Por el momento no es posible calcular los daños, que podrían ser de cientos de millones”, dijo el presidente de la región de Liguria, Giovanni Toti, quien anunció que pedirá el estado de emergencia.
También hoy se evaluaran los daños que ha provocado el agua alta en Venecia y en particular en la basílica de San Marcos, donde el agua inundó decenas de metros del suelo el mármol y entró en el baptisterio y en la capilla Zen, en la que ha sido la quinta inundación de la historia del templo.
Fuente: Agencia EFE