La Vieja Belén es esa amable doñita que suple los obsequios de los niños a los que, ni Santa Claus ni los Reyes Magos pudieron visitar. Es parte de una cultura popular local que lleva alegría a los infantes menos agraciados, a pesar de que en la actualidad esta figura es cada vez menos utilizada.
Lo cierto es que esta era la mejor excusa de los padres que por falta de recursos o escasez de tiempo no podían agradar a sus hijos con juguetes en las fechas tradicionales.
Pero, ¿cómo surge esta tradición?
Un video del programa “De Todo Un Poco”, que conducía el comunicador (fallecido) Mundito Espinal, donde el sociólogo (también fallecido) Teofilo Barreiro participó, arrojó luz sobre el origen de esta festividad.
Según explicaba el experto, esta es una figura endémica de la República Dominicana, específicamente de San Pedro de Macorís, que hace honor a la solidaridad de una dama de esa ciudad que entre 1930 y 1940 hacía colectas para comprar juguetes a los niños pobres. “Ella repartía esos juguetes como una forma de que esos niños sintieran la frustración de la no visita de los reyes magos. Eso inició como una forma de filantropía”.
Luego de esto, la gente empezó a emular este buen acto.
Otras teorías
Según el escritor dominicano Marcio Velóz Maggiolo, en su obra “Trujillo, Villa Francisca y Otros Fantasmas”, el origen de la Vieja Belén es probablemente italiano, a través de La Befana, y no descarta que penetrara al país en las naves de los conquistadores o con los italianos que han inmigrado al país desde hace varios siglos, tal como ha sucedido en otros lugares de América.
La escritora dominicana Julia Álvarez también abordó esta tradicional figura en su libro “El mejor regalo del mundo: la leyenda de la Vieja Belén”, valorando la generosidad de este personaje, y donde la relaciona con los Reyes Magos.
Esta festividad se celebra el domingo después del Día de los Reyes Magos, sin embargo, hay quienes dicen que se celebra el día 13 de enero, una semana después de los Reyes. Haya surgido por los “cocolos”, inmigrantes ingleses de las islas, que trabajaban en ingenios azucareros o por inmigrantes italianos basados en su vieja llamada “La Befana”, quien ayudaba a los pobres, lo cierto es que esta es una de las tradiciones más hermosas que tenemos como dominicanos que debe mantenerse, por los valores que promueve.
Fuente:Diario Libre
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