Por: Lic. Fernando Núñez
Bachelof of US Legal Studies in Inmigration
Hace más de 2 mil años, según las sagradas escrituras, Poncio Pilato se lavó las manos en un acto simbólito que declaraba no hacerse responsable o no adquirir responsabilidad ante el mandato y la presión que ejercian sobre él para que ordenara sin demóra la muerte de Jesús.
Pilato, no encontró acto criminal ni motivos para ordenar esta acción; sin embargo, dicha presión fue más fuerte que la ley y aún estando en un evidente desacuerdo, permitió la ejecución del plan, claro, podía decir que no encontraba culpa en Jesús y descargarlo, pero tenía que suceder así para el cumplimiento de las escrituras.
Hoy me sorprende la noticia de la desición del Papa Francisco y la iglesia católica sobre permitir los matrimonios entre Gay’s algo que por supuesto no estamos de acuerdo.
Francisco, el Papa, aún conociendo la historia de Pilato y su desición, ni siquiera mandó a buscar la vasija de agua, se dejó llevar de la presión de grupos de “Sodomistas” y tomó una desición que nos llama a la reflexión y más en estos tiempos de pandemia, enfermedades y muertes que invitan a la oración.
Pilato fue más inteligente que Francisco, debió hasta renunciar y auque se trate de dos acontecimientos diferentes, en el fondo es matar y cometer un acto atroz contra la humanidad y contra la palabra de Dios.
Las iglesias (la construcción y estructura) son importantes, cuando se convierten en equilibrio en torno a la biblia, aunque llena de pecadores, pueden hacer un rol fantastico en cuanto a orientación y cierta formación por el poder de convencimiento y convocatoria, esta vez no se orientó según la biblia o de aquí en adelante evitaran leer este parrafo: Si alguien se acuesta con un hombre como si se acostara con una mujer, se condenará a muerte a los dos, y serán responsables de su propia muerte, pues cometieron un acto infame. (Levítico 20:13)[7]
Con todo respeto a quienes secundan esta desición.
Lic. Fernando Núñez