Por: Jesús -Belén- de la Cruz
Director
Este 19 de marzo se conmemora el 177 aniversario de la primera batalla llevada a cabo por nuestros patriotas en defensa de la independencia dominicana. Nuestra historia registra que esta batalla fue librada por un grupo de soldados dominicanos y gran parte del ejército del sur, bajo la dirección de los generales Pedro Santana y Antonio Duvergé, ambos ubicados en lugares estratégicos para lograr materializar sus propósitos.
El Desfiladero de El Número, el Memiso, playa Caracol y Bahía de Ocoa, fueron los puntos donde se enfrentaron nuestros combatientes con los soldados del ejército haitiano, bajo la dirección del presidente haitiano Charles Hérard, obligándolos a retroceder oliendo el polvo de la derrota.
Esta batalla ha sido considerada como de gran importancia, puesto que con ella se consolidó la recién construida independencia nacional. En el enfrentamiento participaron unos 2,500 soldados dominicanos. Un contingente del ejército del sur, dirigido por el general Pedro Santana, derrotaron a 10,000 soldados del ejército haitiano encabezados por el general Souffrand.
Cabe resaltar que en esa batalla se puso a prueba el valor de los dominicanos y la voluntad decisiva de poner a disposición la mayor fortuna del ser humano, la vida, todo con el propósito de mantener a salvo la soberanía y el derecho de ser una nación libre e independiente de toda dominación extranjera.
Empecinados en someternos bajo su yugo opresor, luego de declarada la independencia dominicana, el presidente haitiano Charles Hérard organizó su ejército con 30,000 hombres, todo con el malsano propósito de agredir el entusiasta movimiento independentista dominicano. Sin embargo, nuestra Quisqueya indómita y brava, mantuvo su frente siempre en alto con sus fines libertarios.
Las tropas invasoras haitianas fueron divididas en tres flancos para penetrar en la nación recién proclamada: el primero estaba al mando del General Pierret con 10,000 hombres, que entrarían por el norte para ocupar Santiago y Puerto Plata. El segundo estaba dirigido por el propio Hérard y pretendía tomar Azua y San Juan, y el tercero, dirigido por Souffront, quien debía entrar por Neyba.
Mientras el ejército haitiano de Hérard pretendía unir la columna del sur con la del norte para atacar a Azua; los estrategas militares al mando de las tropas dominicanas, dirigidas por Fernando Taveras, Vicente Noble y Dionisio Reyes, atacaron las fuerzas del General Broum, que estaban posicionadas en “Las Marías”, desarrollándose un primer combate en la Fuente de Rodeo.
Diversos enfrentamientos se produjeron ese histórico 19 de marzo de 1844, las tropas del General Suffrond, avanzaron hacia Azua, enfrentándose en el Paso de la Hicotea con las Tropas dominicanas dirigidas por Manuel Mora. Así, mientras las tropas de Hérard pasaban por “Los Jovillos” siguiéndole los pasos a Luis Álvarez, las tropas dominicanas bajo las órdenes del General Lucas Díaz, apostadas en el “Paso de la Jura”, le dieron una gran lesión militar al ejército haitiano.
Cuando las tropas haitianas lograron entrar a San Juan fueron enfrentadas de forma enérgica por Francisco Soñé, Lucas Díaz, Jean E. Ceara y José Del C. García, logrando desalojarlas del río Jura. Ese mismo día 19, los haitianos atacaron a nuestro ejército por el camino de “Los Conucos” y allí fueron enfrentados por Matías de Vargas, José Leger y Feliciano Martínez. Por otro lado, en la comunidad “El Barro” el ejército haitiano se enfrentó con las tropas de Duvergé, y luego fueron enfrentados por Nicolás Mañón en lo que hoy se conoce como “El Cerro de Resolí”.
Los dominicanos somos reconocidos como personas afables, hospitalarias y extremadamente bondadosas con nuestros vecinos de Haití; sin embargo, nuestros resaltados valores humanos de alta sensibilidad social y política, no deben ser confundidos con nuestros muy valiosos principios libertarios, los que hemos de llevar siempre en alto y más allá del honor patrio.
Sin detenernos a pensar todas las veces que hemos sido invadidos y subyugados por nuestros vecinos de Haití, República Dominicana siempre les ha abierto las puertas solidarias a los nacionales haitianos; todo esto, muy a pesar que diversas ONGs Dominico-haitianas, que cobran en dólares y euros, se han empeñado en difundir mentiras y falsedades para confundir al mundo sobre nuestras relaciones sociales, diplomáticas y políticas con Haití.
Los dominicanos somos respetuosos y defensores del pueblo haitiano. Procuramos la mejoría económica y social para ese país anclado por siglos en el atraso, el hambre y la miseria. Los haitianos han sido saqueados, explotados y olvidados por los franceses, canadienses y norteamericanos, siendo los mismos que han pretendido durante años que nuestro país se haga cargo de esa empobrecida nación, usando como armas el chantaje y la desinformación.
Honremos nuestros hombres y mujeres que han dado siempre un paso al frente para defender nuestra patria bajo el lema de “Quisqueya será destruida, pero sierva de nuevo jamás”. La Batalla del 19 de marzo fue un frustrado intento por impedir la consolidación de nuestra independencia nacional. Valoremos el espíritu nacionalista del pueblo dominicano, lo que ha salido a relucir en cada momento que nos hemos visto precisados a enfrentar todo tipo de intervenciones foráneas.
